Una costosa y compleja operación de limpieza está resucitando el famoso río Sena en Francia, justo a tiempo para que tenga un papel protagonista en los Juegos de París de 2024.
“Creará ondas, por decirlo de alguna manera, en todo el mundo porque muchas ciudades miran a París”, dijo Dan Angelescu, un científico que monitorea la calidad del agua del Sena para el Ayuntamiento con pruebas regulares.
“Es el comienzo de un movimiento”, dijo. “Al menos, eso esperamos”.
Aunque inmortalizado en el arte, la literatura y la música el río Sena agonizaba y se utilizaba sólo como medio de transporte de personas y mercancías o como tumba acuática para bicicletas abandonadas y otros desperdicios. De hecho, nadar en el Sena estuvo vedado desde 1923.
El Ayuntamiento señaló que financiar el proyecto costó 1.500 millones de dólares. Esperan ahora que el Sena sea la pieza central de una ceremonia de inauguración sin precedentes. Por primera vez, no se celebrará en un estadio, sino en el río y sus riberas.
De modo que tiene que estar listo. Las autoridades han perseguido a viviendas río arriba de la ciudad y casas barco en el Sena que vertían sus aguas negras directamente al río. Una ley olímpica aprobada en 2018 daba dos años a los barcos amarrados para conectarse al sistema de alcantarillado de París. También se están mejorando las plantas de tratamiento de aguas en el Sena y su afluente, el Marne.
Desde el ornamentado puente de Alejandro III, los triatletas serán los primeros en zambullirse en 2024, primero los hombres el 30 de julio y las mujeres al día siguiente. Después será el turno de los nadadores de maratón, el 8 y 9 de agosto, y los paratriatletas el 1 y 2 de septiembre.
Rigaudeau, que compitió en triatlón adaptado en los Juegos de Tokio de 2021, está emocionado por la perspectiva. Confía en tener una primera impresión de la experiencia cuando París acoja pruebas de preparación en el Sena este verano como puesta a punto para 2024. Será la primera vez que Rigaudeau nadará en el río de su ciudad.
“Seremos los ‘probadores’”, comentó. “Espero que no enfermemos”.
Después de los Juegos, el río debería reabrir a todo el mundo en el verano de 2025. El Ayuntamiento estudia cinco posibles zonas de baño en París y otras más alejadas