La organización de derechos humanos Safeguard Defenders reveló que existen al menos 102 centros clandestinos de las autoridades chinas en el extranjero para “ayudar a captar y persuadir repatriaciones".
El documento recopiló 81 operaciones ilegales de persuasión del retorno de ciudadanos chinos. Italia y España son los países que cuentan con el mayor número de estos organismos policiales chinos en el extranjero.
El informe documenta los métodos ilícitos de China para hostigar, amenazar, intimidar y obligar a “los objetivos” a regresar a China para ser perseguidos y hace denuncias de gran impacto, al aludir por ejemplo a los vínculos del país con Interpol.
Según este informe, hay pruebas del uso que le da el gobierno a INTERPOL como parte de sus persecuciones basadas en la extradición y cómo los intentos de extradición a menudo tienen fines políticos.
La organización afirma que al menos 48 de estas comisarías se encuentran en Europa y que documentó además “la complicidad silenciosa de una serie de países anfitriones, inculcando una mayor sensación de miedo en las comunidades objetivo y socavando gravemente el orden internacional basado en reglas”.
Hay que recordar que China rechazó las acusaciones, afirmando que las estructuras en cuestión sirven para ayudar a los ciudadanos chinos confinados por la pandemia del COVID-19 a regresar a sus hogares o renovar permisos de conducir y documentos de identidad.
Sin embargo, el informe señala que la gran mayoría de las estaciones se crearon a partir de 2016, lo que "refuta directamente las declaraciones de las autoridades de la República Popular China de que las operaciones comenzaron en respuesta a la pandemia".
Safeguard Defenders llamó a cumplir la sentencia más reciente del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que prohíbe la extradición de personas a China por motivos de “situación general de violencia” en su sistema judicial y penitenciario.