El pasado fin de semana, millones de mexicanos comenzaron a festejar una de sus tradiciones más importantes, el Día de los Muertos, una celebración a la memoria y un ritual que privilegia el recuerdo sobre el olvido.
Aunque esta fiesta se extendió rápidamente a otros países del continente, la que se celebra entre el 1 y 2 de noviembre en el país azteca la hace única e incomparable.
La Mosca News te cuenta los pormenores de esta celebración, además de otra información de interés con respecto a esta fecha tan importante para millones de personas en el mundo.
En la página web del gobierno mexicano señala que este ritual surge entre la armonía de la celebración de los rituales religiosos católicos traídos por los españoles, y la conmemoración del día de muertos que los indígenas realizaban desde los tiempos prehispánicos.
Según la tradición, honrar el fallecimiento de una persona era una tradición familiar, ya que todos participaban en el sepelio.
Cuando alguien moría era enterrado envuelto en un petate, y sus familiares organizaron una fiesta con el fin de guiarlo en su recorrido al Mictlán -el inframundo de la cultura mexicana-, colocando comida que le agradaba en vida, con la creencia de que podría llegar a sentir hambre.
“En esta celebración de Día de Muertos, la muerte no representa una ausencia sino una presencia viva; la muerte es un símbolo de la vida que se materializa en el altar ofrecido. En este sentido se trata de una celebración que conlleva una gran trascendencia popular, ya que comprende diversos significados, desde filosóficos hasta materiales”, indica el portal del país norteamericano.
Entre las comunidades que participaban en esta celebración estaban los antiguos mexicas, mixtecas, texcocanos, zapotecas, tlaxcaltecas, totonacas, entre otros pueblos originarios, que trasladaron la veneración de sus muertos al calendario cristiano, la cual coincidía con el final del ciclo agrícola del maíz, principal cultivo alimentario del país.
1 y 2 de noviembre
Expertos de la materia destacan que esta celebración que se desarrolla el 1 y 2 de noviembre se divide en dos categorías. De acuerdo con el calendario católico, el 1 de noviembre corresponde a “Todos los Santos”, día dedicado a los niños, y el día 2 de noviembre a los “Fieles Difuntos”, es decir, a los adultos
En México las celebraciones pueden diferir, ya que cada región celebra y honra la muerte de distintas formas.
No es Halloween
Aunque algunas personas pueden confundir esta fecha con el Día de Brujas o Halloween, en realidad difieren mucho al Día de los Muertos, ya que en una se honra a las personas que no están físicamente, en Halloween, en cambio, se celebra el cambio de estación a través de celebraciones paganas, en la cual se creía que los espíritus podían volver al planeta en ese día.
En México, las personas suelen visitar los cementerios, decorando las tumbas, llevando mariachis y almorzando en sitio, de forma paralela, se crean altares en sus casas en memoria de los que han fallecido.
Estos altares, típicamente están decorados con papel picado, caléndulas, cruces, fotos, velas, incienso y comidas y objetos favoritos de sus seres queridos.
La celebración se realiza en otros países latinoamericanos como Bolivia, Perú, Ecuador, Guatemala y en menor grado en países de América Central y en la región andina en América del Sur.
En la mayoría de los casos, muchas familias pasan el día rezando, limpiando y pintando las tumbas, decorando con flores y adornos.
Desde el 2008, la Unesco declaró la festividad como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de México.
