Aunque se asustan fácilmente y suelen esconderse en lugares extraños, los gatos ocupan el segundo lugar en la preferencia de mascotas en el mundo. No es para menos: son extremadamente aseados, compañeros fieles y hay que aceptarlo: ¡son hermosos!.
Hoy es el día Internacional de este felino amado por muchos, y La Mosca te da cinco consejos para cuidarlo.
- A bajarle al estrés
Si los gatos fueran personas, posiblemente serían el amigo ansioso que se asusta fácilmente y le cuesta relacionarse con personas diferentes, así como adaptarse a los grandes cambios, es por eso que es necesario mantener un ambiente “relajado” a su alrededor, especialmente si convive con otros animales.
Para mejorar la socialización, los expertos recomiendan el uso de feromonas de marcas comerciales en presentaciones de aerosol, collares, o cualquier otra que consigan en la tienda de mascotas.
Igualmente se pueden usar fitohormonas, y los aminoácidos esenciales del colágeno hidrolizado, como es el caso de la valeriana, son muy efectivos, eso sí, siempre debe aplicarse guiado por un especialista.
- Alimentación
Los gatos son 100% carnívoros y bastante más propensos a sufrir enfermedades que los perros, es por eso que no se deben alimentar de sobras, o de cualquier cosa que pueda ponerlos en riesgo. Los expertos recomiendan, buscar alimentos comerciales para felinos, que además les guste.
Igualmente, para promover su espíritu de cazadores, existen juguetes que “simulan” situaciones de la vida silvestre, que además le dan como recompensa un bocadillo. Expertos señalan que deben comer aislados de otros gatos, y tener visitas regulares al veterinario para que se garantice una alimentación balanceada.
- La salud es lo primero
La alimentación y la socialización mejoran la salud del gato, pero también hay acciones concretas que lo mantienen alejados de enemigos silenciosos que podrían acabar con la vida de estas mascotas. En este punto el veterinario es el gran aliado.
Existe un esquema de vacunación para protegerlos contra enfermedades como la rabia, panleucopenia, leucemia, calicivirus, entre otras; esta inmunización debe ser acompañada de desparasitaciones que mantengan alejados a parásitos como las pulgas, garrapatas, ácaros, gusanos, etc.
- Arenero
Como parte de su instinto depredador, los gatos deben ocultar su excremento para no dejar rastro, y un arenero es fundamental para el cuidado del animal, que no va a defecar u orinar fuera del sitio, a menos que esté enfermo o rechace el tipo de dispositivo o arena que le hayan comprado.
Si se descarta que está enfermo, y aún así no deposita sus desechos en el espacio para ello, hay que comprar otra caja o utilizar otro tipo de arena, porque es probable que no le guste la que tiene en casa.
Algo que no deben olvidar los compañeros humanos de los mininos: el gato es uno de los animales más aseados y pulcros del reino animal, y hay que limpiar su “baño” todos los días.
- Esterilización
Contrario al perro, el gato generalmente es más libre, por sus capacidades de saltar, trepar muros, huir y escabullirse. Es por eso que la esterilización es más importante que en los caninos.
Este proceso se debe hacer entre los cuatro y seis meses de edad, y además de evitar que se reproduzca sin control, controla problemas hormonales, ruidos fuertes y desagradables que hacen en celo, y escapatorias frecuentes de la casa.
Independiente de si se tiene uno o muchos gatos, si lo adoptaron grande o de bebé, lo más importante es quererlos, valorarlos y entender que, aunque parezcan ariscos por momentos, son criaturas relajadas capaces de aportar la compañía y calma que muchos necesitan.
