Desde el año 2006, cada 9 de marzo se conmemora el «Día mundial del Riñón» con el objetivo de generar conciencia en los habitantes del mundo para la detección de cualquier padecimiento en los riñones de forma oportuna.
Para este año, el lema es «Prepararse para lo inesperado apoyando a los vulnerables», en referencia a los desastres del medio ambiente y porque en estas circunstancias, los afectados por enfermedades crónicas como los pacientes renales necesitan mayor atención, apoyo y preparación.
Especialistas de Europa, Estados Unidos e incluso Latinoamérica han sumado esfuerzos para lograr una conciencia colectiva sobre la importancia del buen funcionamiento de estos pequeños órganos, ya que son los principales encargados de expulsar todas las sustancias perjudiciales del organismo y asegurar su correcto funcionamiento.
Los riñones realizan tres funciones vitales que el cuerpo necesita para funcionar de forma correcta: regula los niveles de agua, elimina desechos y toxinas y produce ciertas hormonas.
Por ello, la prevención del daño de los riñones trasciende a lo vital y esto es posible de lograr siempre y cuando se cumplan estrictas medidas en la cotidianidad, como dormir lo suficiente, evitar algunos fármacos, cumplir una buena dieta y evitar la obesidad.
Según la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud, la enfermedad renal crónica afecta acerca del 16% de la población mundial. Se puede prevenir pero no tiene cura, suele ser progresiva, silenciosa y no presentar síntomas hasta etapas avanzadas cuando las soluciones como la diálisis y el trasplante de riñón ya son altamente invasivas y costosas.
El llamado permanente en esta efemérides es a abogar por medidas concretas en cada país para promover y avanzar en la prevención de la enfermedad renal, que incluyen: Enfoque renovado en la atención primaria, la sensibilización y la educación, incluido el empoderamiento del paciente y la capacitación de especialidades cruzadas.
En todo el mundo, se realizan para esta fecha cientos de eventos de conciencia sobre comportamientos preventivos, reflexiones sobre los factores de riesgo y jornadas educativas sobre cómo vivir con una enfermedad renal.