La renombrada influencer Ruby Franke, conocida por su canal de YouTube ‘8 Passengers’, enfrenta una sentencia de 30 años de prisión, tras declararse culpable el pasado diciembre de múltiples cargos de abuso infantil.
Frankie fue detenida en agosto del año pasado por cargos de abuso y negligencia infantil, desatando una escalofriante revelación de terror tras la incursión policial en su hogar.
Al irrumpir en su residencia, las autoridades descubrieron a dos menores visiblemente desnutridos y rastros que indicaban posibles episodios de amordazamiento. El testimonio del hijo mayor, quien relató haber sido atado con cuerdas en tobillos y muñecas antes de escapar en agosto, puso al descubierto la realidad que vivían.
Las anotaciones perturbadoras halladas en el diario de Franke detallan la magnitud del abuso infligido a sus seis hijos. En una entrada, la influencer compara a uno de sus hijos con una «serpiente» el día de su cumpleaños. «Es el cumpleaños de [R]. Ni siquiera sabe qué mes es. Le dije que emula una serpiente. Se desliza cuando nadie está mirando y luego se escabulle», escribió.
La madre también registró actos de privación de alimentos y agua hacia sus hijos, así como el rapado de sus cabezas como forma de «castigo».
Además los obligaba a dormir afuera sin importar la temperatura.
Las imágenes presentadas ante el tribunal muestran los cuerpos frágiles y maltratados de los niños, con cortes, hematomas, cicatrices evidentes, así como lesiones infectadas en los pies por inmovilizaciones.
La desgarradora realidad de los niños no se detenía ahí. La policía halló una habitación secreta en el sótano que revelaba el uso de cuerdas para atar a los pequeños, junto con pañales para adultos.
El canal de YouTube de Franke, que contaba con casi 2.3 millones de suscriptores bajo el nombre de ‘8 Passengers’, fue eliminado a principios de este año. Su socia Jodi Hildebrandt también ha sido sentenciada a la misma pena de prisión, poniendo fin a un oscuro capítulo en la historia de las redes sociales.
