Este miércoles, la ministra británica de Interior, Suella Braverman, dimitió de su cargo. No tenía ni dos meses de antigüedad en el mismo.
La noticia se hizo pública a través de una carta redactada por la ex ministra en la que explica los motivos por los que renunció a formar parte del Gobierno, aseguró que dio un paso atrás tras haber cometido "un error" al remitir una documentación oficial sobre inmigración a un parlamentario, infringiendo así las reglas del Gobierno.
"Durante el día de hoy, envié un documento oficial desde mi cuenta personal a un colega parlamentario en el que confío" con el objetivo de "recabar apoyos para una medida del Gobierno sobre inmigración", mencionó Braverman.
Además, señaló que estaba severamente preocupada por ‘’la dirección que está tomando el Gobierno’’ liderado por la primera ministra, Lis Truss. ‘’No solo hemos roto las promesas a nuestros votantes, sino que no estamos cumpliendo con los compromisos del manifiesto conservador, como la reducción del número de inmigrantes o el final de la inmigración ilegal’’, aseguró.
En el documento, la ex ministra de Interior se despidió mencionando: "Fingir que no cometemos errores, seguir como si nadie pudiera verlos y esperar que las cosas sigan su curso mágicamente no es una manera seria de hacer política. Cometí un error, acepto la responsabilidad y dimito".
La renuncia de Braverman sería el segundo adiós de gran importancia en menos de una semana luego que Lis Truss cesara al ministro de Finanzas, Kwasi Kwarteng, de su cargo. La salida sucede en momentos tensos dentro del Partido Conservador por los deseos de que Truss abandone Downing Street.
Fuentes indican que la salida de Braverman pudo ser forzada por el nuevo secretario del Tesoro, Jeremy Hunt, quien relevó a Kwasi Kwarteng y desde el pasado viernes ha venido forzando el escándalo en la política económica de Truss.
En una intervención en la conferencia del Partido Conservador en Birmingham, la ex ministra de Interior de 42 años, hija de inmigrantes de Mauricio y Kenia, denunció la existencia de un "golpe" interno contra la propia primera ministra. El exministro de Transporte, Grant Shapps, sería quien sustituya a Braverman.