La presidenta de Perú, Dina Boluarte, aseguró este martes en una conferencia de prensa desde el Palacio del Gobierno que ‘’existen sectores radicales’’, que presuntamente promueven una agenda política alejada de las demandas sociales y pidió una ‘’tregua nacional’’ para ‘’entablar mesas de diálogo’’ en un desesperado intento por cesar la grave crisis social que sacude al país.
Para la mandataria, las acciones de extrema violencia están alentadas por grupos narcotraficantes y de minería ilegal, que sólo buscarían generar muertes para llamar la atención internacional y culpar al Ejecutivo peruano por los derramamientos de sangre.
Además, Boluarte puso en duda que la policía peruana tuviera alguna responsabilidad en las muertes ocurridas desde el pasado 9 de enero en Puno, donde la mayoría de las víctimas presentaban heridas de bala. La presidenta solicitó a la Fiscalía que movilizara las investigaciones y sostuvo que los decesos ocurrieron en las calles en las que no existía presencia policial, por lo que los cadáveres tenían impactos de armas artesanales no empleadas por los cuerpos policiales.
Desde el inicio de las movilizaciones el pasado mes de diciembre, la Fiscalía ha registrado 608 detenciones.
Una ‘’Gran Marcha Nacional’’ se desarrolla este martes en Lima y otras ciudades en Perú para exigir la renuncia de Boluarte, el cierre del Congreso y el cese de la represión policial.
Movimientos sociales, universitarios y gremiales, convocaron a marchar desde uno de los sitios de concentración, la Plaza Dos de Mayo, ubicada en el centro histórico de la capital, con gran respuesta hasta el momento.
Hay 83 vías bloqueadas en el país debido a la movilización, así lo indicó la Superintendencia de Transporte Terrestre de Personas, Carga y Mercadería (Sutran).
El presidente de la Asamblea Regional de Jóvenes del Cusco, Mauro Marucho, denunció que la represión policial se ‘’está agudizando cada vez más, son 62 muertos por impactos de proyectil a nivel nacional’’.