Justina Lo Cane fue una joven argentina que sufría de cardiopatía transgénica diagnosticada desde los 18 meses de vida; la historia que ha tenido que vivir desde entonces, ha condicionado la visión sobre donación de órganos en ese país y en el continente.
Tal fue la campaña realizada por sus padres a través de las redes sociales para encontrar un donante, que impulsaron la etiqueta #Multiplícatex7, en referencia a las siete vidas que pueden salvar los órganos de una persona fallecida que tome la decisión de donar sus órganos.
La historia de Justina se mezcló con la de Abril Bogado, otra niña de 12 años asesinada por unos delincuentes en un atraco en La Plata el 7 de noviembre; los padres de Abril ofrecieron el corazón de su hija para Justina.
Desafortunadamente, el órgano no era compatible.
Lo Cane, estuvo internada más de tres meses en la Fundación Favaloro en la ciudad de Buenos Aires hasta que el 22 de noviembre de 2017 falleció a los 12 años.
Desde entonces, la familia Lo Cane comenzó una batalla legal para establecer que todos los argentinos mayores de 18 años pudieran dar sus órganos una vez que fallecieran y casi un año después, la Cámara de Diputados aprobó por unanimidad, el nuevo Régimen de Donación de Trasplante de Órganos, Tejidos y Células, también conocido como “Ley Justina”.
La norma regula la obtención y utilización de órganos, tejidos y también células para la investigación, donación, extracción, trasplante y seguimiento del paciente, a menos que dejen constancia expresa de lo contrario.
Sistemas similares están vigentes en España, líder mundial en trasplantes, o Uruguay, primero en la materia en el ámbito latinoamericano. La Global Observatory on Donation and Transplantation destaca que para el año 2020, Uruguay cerró con 46,92 donantes por cada millón de habitantes, le sigue Brasil con 34,94 donantes por cada millón y Argentina que escaló a 29,40 donantes por cada millón.
Críticos a esta medida aseguran que no existe información suficiente o recursos para acceder al trámite de negarse a ser donantes, por lo que, para esas personas, la donación se convierte en imposición y deja de ser un acto solidario.
Sin embargo, las familias siempre tienen la última palabra, teniendo en cuenta los factores emocionales y psicológicos que enfrentan quienes acaban de perder un ser querido.
¿Quién puede ser donante?
Puede ser donante de órganos toda persona que en vida decida que, a su muerte, sus órganos sirvan para salvar o mejorar la vida de otros. Sin embargo, debe saber que pese a nuestro deseo de ser donante de órganos, no todos pueden serlo, ya que para ello, será necesario estudios previos.
¿Qué órganos se pueden donar?
Los órganos que se pueden donar son los riñones, el hígado, el corazón, el páncreas, el estómago, el intestino y los pulmones.
Además, de una donación también se pueden obtener tejidos, igualmente muy necesarios, como hueso, las córneas y las válvulas cardíacas.
Un ejemplo a seguir
Como ya dijimos, España lidera el ranking mundial en el tema de los trasplantes y las donaciones de órganos, ya que su modelo se basa en un buen sistema de formación del personal sanitario, las múltiples campañas de concienciación entre la población y el alto sentido del altruismo en el país ibérico.
Como ejemplo, sólo el Registro Español de Donantes de Médula Ósea (REDMO) cuenta con 462.163 voluntarios inscritos, lo que se traduce en 56 personas diarias que se suman como donantes.
Incluso, su modelo de gestión es reconocido y recomendado por la Organización Mundial de la Salud y la Unión Europea.
Además, dentro de la legislación española se contempla también como donantes a quienes sufren muerte cardiocirculatoria y no pueden ser reanimados, o quienes estén bajo la figura del "donante presunto”, es decir, que todas las personas son susceptibles de convertirse en donantes a no ser que en vida hayan expresado su negativa a ello.
El impacto negativo de la Covid-19
Según la última publicación del Registro Mundial de Trasplantes que gestiona la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), la actividad de donación y trasplante en el mundo sufrió un importante descenso en el año 2020 como consecuencia de la pandemia de la Covid-19.
El texto señala que ese año se efectuaron 122.341 trasplantes en los 82 países que han participado en esta edición de la "Newsletter Transplant". De ellos, 76.397 fueron trasplantes de riñón, 30.275 de hígado, 7.840 de corazón, 5.765 de pulmón, 1.910 de páncreas y 151 de intestino.
Estos trasplantes fueron posibles gracias a 34.739 donantes fallecidos, a los que se suman 28.635 donantes vivos, de los cuales 23.153 son donantes de riñón y 5.482 de hígado. Sin embargo, la actividad mundial de trasplantes se redujo en un 18% con respecto a 2019.
Lastimosamente una muy pequeña porción de estos trasplantes se realizaron en América Latina.
Expertos del área destacaron que la disminución de trasplantes de órganos fue por el colapso del sistema sanitario y la saturación de las unidades de cuidados intensivos en las sucesivas olas de la pandemia del coronavirus.
La donación de órganos en Latinoamérica
América Latina queda muy detrás de las estadísticas mundiales de donaciones con una media de 7 donantes por cada millón de habitantes y esto empeoró aún más por la crisis de la pandemia de la Covid-19, que obligó a detener o ralentizar los programas de trasplantes en varios países.
Aunque la pandemia impactó especialmente a esta región del mundo, en 2020, países como Argentina, Brasil, Chile y Uruguay lideran las estadísticas de la región en número de donantes por millón de habitantes, como reflejamos al principio.
Argentina
Después de la aprobación de la "Ley de Trasplante de Órganos, Tejidos y Células” o "Ley Justina” en 2018, ya no será necesario consultar a un familiar para confirmar o rechazar la decisión de la persona fallecida mayor de edad para ser donante de órganos.
Gracias a esta iniciativa este país cuenta con 29,40 donantes por cada millón de habitantes.*
Uruguay
Este país ubicado en el sureste de América del Sur es líder de la región con 46,92 donantes por cada millón de habitantes en 2020*.
Su legislación estipula desde 2013 que debe hablarse con los familiares del fallecido antes de proceder a una donación, pero se trata más de una charla de notificación que de consulta.
Brasil
El gigante de Sudamérica más de 45.000 personas están en la lista de espera de órganos, principalmente de riñón en el que los donantes vivos son mayoría con un promedio de 34,94 por cada millón de habitantes.*
Chile
En esta Nación, cerca de 1.400 personas están en la lista de espera de algún órgano, el riñón es la primera solicitud de trasplante en ese país, su media en la región es de 21,03 donantes por cada millón de habitantes.*
De este grupo, uno de cada tres pacientes muere en la espera.
La ley promulgada en 2010 sobre el tema, dicta que toda persona mayor de 18 años es donante de forma automática. Si no desea serlo, debe expresar su voluntad al renovar su documento de identidad.
Colombia, Costa Rica, México y Cuba
Colombia ha dado agigantados pasos sobre las personas que desean ser donantes de órganos; en el año 2016 solo hubo 7 donantes por cada millón de habitantes, sin embargo, en el último informe de 2020, escaló hasta 15,90.
En el caso de Costa Rica, México y Cuba conforman el bloque de países latinoamericanos que aumentaron ligeramente la cantidad de donantes de órganos con 11,97; 7,71 y 5,83 por cada millón de habitantes respectivamente.*
Concretamente en Panamá, las familias de los fallecidos se niegan en dos de cada tres casos a donar los órganos de sus allegados.
Bolivia y Venezuela
Estos dos países según las estadísticas, son los que menos donantes por millón de habitantes tienen en Latinoamérica.
En el caso de Bolivia, las personas mayores de edad pueden registrarse oficialmente para ser donantes que, luego de llenar un registro, reciben un carnet que los identifica. Sin embargo, en caso de fallecimiento, también se requiere la autorización de la familia
En la actualidad, este país del centro de Sudamérica sólo cuenta con 0,86 donantes por cada millón de habitantes.*
En Venezuela no hay cifras oficiales de donaciones desde hace mucho tiempo; informes preliminares indican que a partir de 2017, el Sistema de Procura de Órganos y Tejidos de Venezuela (SPOT) había sido suspendido por orden gubernamental.
Aunado a un bloqueo comercial y político promovido desde los Estados Unidos, la escasez de inmunosupresores, un tipo de medicamento vital para que el cuerpo no rechace al órgano trasplantado, puso en jaque al ya golpeado sistema de trasplante de órganos del país.
En el 2011, el Parlamento venezolano aprobó la Ley sobre donación y trasplante de órganos en la que se establece que todos los ciudadanos son donantes, a menos que manifiesten lo contrario.
En promedio este país ubicado en el norte de América del Sur tiene 0,11 donantes por cada millón de habitantes.*
*Datos Proporcionados por la Global Observatory on Donation and Transplantation