El sueño es una necesidad vital del ser humano que contribuye a mantener el ritmo biológico y es esencial para mantener nuestra salud y bienestar corporal.
Dormir recarga y recupera las cargas diarias que soporta el cuerpo, además, reduce el riesgo de padecer enfermedades como la obesidad, la diabetes o incluso la muerte prematura.
Cada persona es distinta y necesita unas determinadas horas de sueño que varían principalmente en función de la edad, de la genética, entre otros factores.
Lo habitual es que una persona duerma una media de 8 horas, aunque los recién nacidos, por ejemplo, necesitan hasta 20 horas de sueño.
Aunque en algunos casos podemos extender esas horas de sueño porque estamos especialmente cansados o porque no hemos dormido bien la noche anterior. Sin embargo, si esta circunstancia se repite de forma constante, puede que no sea tan beneficioso como pudiéramos pensar.
«Las personas que duermen más de 10 horas al día tienden a tener peor estado de salud que aquellas que duermen un promedio de 7 u 8 horas», señaló Susan Redline, profesora de la Universidad de Harvard y médica de la división de desórdenes del sueño del hospital Brigham and Women’s de Boston, en EEUU.
Según Michael Irwin, psiquiatra en ciencias de la conducta y profesor de la Escuela de Medicina de la Universidad de California, dormir demasiado puede causar ciertas enfermedades.
Es decir, dormir demasiado puede ser tan perjudicial como dormir muy poco, y estos son algunos de los riesgos para la salud.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en todo el mundo y las mujeres tienden a dormir más que los hombres, lo que las pone en una situación más vulnerable ya que aumenta el riesgo de que desarrollen este tipo de problemas.
2. Alteraciones metabólicas
Varios estudios señalan que las personas que dormían poco suelen tener problemas de peso, sin embargo, también hay una relación entre la obesidad y el exceso de sueño.
«Una de las teorías dice que dormir demasiado se traduce en poca actividad física. Aquellos que duermen demasiado, tienen menos período de tiempo disponible en el que pueden estar activos», señaló Redline.
3. Riesgo de desarrollar diábetes
Dormir demasiado puede aumentar los niveles de azúcar, como ocurre cuando se duerme poco. Los altos niveles de glucosa pueden incrementar el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
4. El cerebro se pone lento
El sueño prolongado puede envejecer el cerebro a una mayor velocidad, y a su vez esto puede generar dificultades en el desarrollo optimo de las actividades diarias, según el Diario de la Sociedad Geriátrica de EEUU.
5. Riesgo de morir prematuramente
Varios estudios epidemiológicos de gran escala han demostrado que las personas que duermen demasiado, tienen un riesgo alto de morir de forma prematura. Esto no se debe a una relación causa y efecto, la probabilidad de morir prematuramente aumenta si se padece diabetes o alguna enfermedad cardiovascular.
6. El estado de ánimo puede sufrir
Según Irwin, las personas que padecen algún tipo de depresión tienen a dormir más, y las personas con depresión diagnosticada suelen dormir más de los recomendado.
En cualquier caso, dormir mucho un día puntual no indica problema alguno, pero si es algo que se repite en el tiempo, la causa podría estar en una enfermedad no detectada