Israel prepara la agricultura del futuro con inventos y tecnologías avanzadas, a fin de adaptarse a los planes para combatir el cambio climático.
En el centro de la ciudad ya se visualiza la obra en un huerto de aguacates donde los tractores arrastran lentamente un dispositivo entre los árboles.
«Sus accesorios, que evocan los remos de una canoa en la plataforma móvil, acarician suavemente las plantas para atraer el polen mediante una carga electrostática, y luego dejan que se frote en la siguiente hilera de árboles«, refiere el Estimulo.
Se trata de un proceso artificial que puede ayudar a aumentar el rendimiento de los cultivos para alimentar a la creciente población mundial.
Thai Sade, fundador y director ejecutivo de la empresa israelí BloomX que desarrolló el dispositivo, asegura que para lograrlo utilizan algoritmos para predecir el momento óptimo para maximizar la eficacia de la polinización.
«Nuestra polinización enfrenta problemas que tenemos hoy y que empeorarán en el futuro», explicó Sade.
De igual manera destacó la escasez de insectos polinizadores y los riesgos que el calentamiento global supone para ellos. Además, suponen que es mucho más caro plantar un nuevo huerto que aprovechar mejor uno ya existente.
Simplificación
La producción de aguacates, trigo y caquis en el kibutz Eyal, afirma que, de todas las dificultades de su trabajo, la polinización es la más difícil de gestionar.
Los aguacates dependen de las abejas para su polinización, pero no tienen certeza de que vayan o no. Sin embargo, el uso de la tecnología BloomX junto con las abejas aumentó el rendimiento hasta un 40%, afirma.
En estos procesos la mano de obra esta cada vez más escasa, los rápidos cambios que experimentó el sector en los últimos 10 años así lo ha demostrado.
La agricultura se apoya ahora en sensores que miden los parámetros del suelo, drones y macrodatos.
Ante esta realidad Start-Up Nation Central, emitió un informe recientemente que promueve la tecnología israelí, enumera más de 500 empresas de agrotecnología en Israel.
La experiencia agrícola del país ha logrado que se den numerosas tecnologías agrícolas, lo que implica que ninguno de los dos sectores deben estar aislados.
Uno de los mayores retos de estas empresas es la falta de personas dispuestas a trabajar en el campo. «Cada vez es más difícil encontrar mano de obra, especialmente en los países desarrollados», señala Sade.
Los drones utilizan la succión para arrancar suavemente la fruta de la rama y la depositan en un contenedor. Los humanos son necesarios principalmente para supervisar su funcionamiento.
Quienes encabezan el proyecto ambicioso aseguran que el potencial de las tecnologías garantiza que el trabajo es insondable en el campo.