En un 0,9% cayó el producto interno bruto (PIB) en los Estados Unidos lo que, sumado a los indicadores previos, significa una economía en recesión técnica, como lo habían pronosticado en días pasados especialistas del Bank Of America (BOFA).
Los resultados de la economía este segundo trimestre de 2022, vienen precedidos de una contracción de 1,6% durante el primer trimestre, lo que se traduce como un indicador informal de retroceso.
Esta situación viene a ser un gran contraste y revés para el país, más cuando se compara con la expansión del 6,7% que tuvo la economía durante el mismo periodo del año pasado, y si se suma el reciente encarecimiento del crédito por parte de la Reserva Federal (RF), organismo que aumentó su tasa de interés “en tres cuartos de punto por segunda vez consecutiva para tratar de contener la inflación más alta de las últimas cuatro décadas” como publicó la agencia de noticias AP.
Por primera vez en muchos años los norteamericanos han reducido su capacidad de compra, y aumentado el gasto en servicio, como informaron entidades financieras, basándose en el consumo de las tarjetas de crédito.
Opiniones encontradas
Aunque ya se podría calificar como recesión, no será hasta el año próximo que sea declarada oficialmente como tal, por parte de la Oficina Nacional de Investigación Económica (NBER por su siglas en inglés), encargada de determinar si existe un “descenso significativo de la actividad económica que se extiende por toda la economía y que dura más de unos meses”.
Algunos opositores de la teoría de “los dos trimestres” como indicador de contracción, señalan que el índice de desempleo (particularmente bajo pese al escenario desfavorable) y la producción industrial, se han mantenido a flote.
La última recesión en los Estados Unidos fue en 2020, a consecuencia de la pandemia por Covid19 que elevó la tasa de desempleo a 14,7%, sin embargo no duró demasiado y fue superada meses después.
Previamente una gran contracción en el país del norte no fue tan afortunada. La denominada “Gran recesión” se extendió desde diciembre de 2007 a junio de 2009, provocando la quiebra o el colapso de las seis instituciones financieras más grandes del país.
A lo largo de su historia EEUU ha sufrido alrededor de 48 recesiones importantes, que transcurrieron desde el año 1797 hasta la fecha, siendo la Gran Recesión o la Depresión de la década de 1930 una de las más fuertes.
El país tardó más de tres años en recuperarse. El PIB, la producción industrial, el empleo y los precios se desplomaron. Paradójicamente fue la Segunda Guerra Mundial la que puso fin a la crisis, con el aumento de la demanda por el gasto público militar.
Pronóstico
Para el presidente Joe Biden, el informe “no fue una sorpresa”. Adjudicó la retracción de la economía a las acciones tomadas por la RF y al “crecimiento histórico del año pasado”.
Insistió en que la economía norteamericana es sólida, señalando que ya hubo un levantamiento importante con la “recuperación de todos los empleos del sector privado perdidos durante la pandemia”.
Sin embargo otros especialistas no son tan optimistas con el tema, como es el caso de los representantes de BOFA, quienes señalaron que la estabilidad podría llegar después de más aumentos de las tasas de interés para domar el incremento de los precios.