El Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias (SNGRE) de Ecuador, declaró la “alerta amarilla” por la actividad volcánica para la zona de influencia del volcán Cotopaxi, tras el pulso sísmico y la emisión de vapor de agua, gases y ceniza, registrada el pasado sábado.
A través de un comunicado publicado este domingo en las redes sociales, el SNGRE destaca que este aviso de emergencia se basa bajo el principio de precaución, con la finalidad de seguir de cerca el monitoreo y las actividades de capacitación, prevención, preparación y respuesta necesarias, ante un eventual aumento de la actividad en el Cotopaxi.
Esta resolución del o
rganismo ecuatoriano se basa en el informe publicado por el Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (IGEPN), que detectó un aumento de la actividad sísmica en el volcán, entre la noche del viernes y la madrugada del pasado sábado.
Como consecuencia se registró una columna de nubes que ascendió a más de un kilómetro sobre la montaña, y que, por los fuertes vientos en la zona, se dirigió hacia el oeste del estratovolcán.
Ante esta situación, el SNGRE publicó en su cuenta Twitter el significado de cada una de las alertas volcánicas.
La alerta amarilla implica que se actualizarán todos los planes de contingencia a nivel cantonal, provincial y nacional, en caso de que la actividad incremente. De igual forma, las salas de situación y entes técnicos reforzarán el monitoreo de la actividad volcánica.
No obstante, tras ese episodio la actividad del Cotopaxi descendió y se mantiene hasta el momento con "niveles bajos", agregó el SNGRE.
El Cotopaxi, con sus 5.897 metros sobre el nivel del mar, es uno de los volcanes más activo del mundo, por lo que la frecuencia de sus erupciones, es vigilada de cerca por los organismos de emergencia ecuatorianos, ya que se encuentra a tan solo 50 km de la capital, Quito.
Su última actividad registrada fue el 14 de agosto de 2015, con la emisión de cenizas que afectaron la alimentación y el agua de la zona.
