El Gobierno de los Estados Unidos anunció la firma de dos contratos por un valor de 1.300 millones de dólares para la compra de 28 satélites especiales para interceptar misiles hipersónicos de Rusia y China.
Así lo dio a conocer desde el Pentágono el director de la Agencia de Desarrollo Espacial, Derek Tournear, que aseguró que esta primera fase dotará a la nación estadounidense de un sistema de advertencia temprana y seguimiento de misiles.
Tournear informó que los contratos fueron adjudicados a las empresas L3Harris Technologies y Nortrop Grumman, las cuales desarrollarán cuatro aviones con 28 satélites, que serán lanzados a mediados de 2025.
Estos satélites están diseñados para seguir lanzaderas de misiles y proyectiles hipersónicos. Hasta los momentos el país norteamericano no contaba con un sistema de detección de misiles de última generación.
El director de la agencia gubernamental resaltó que este tipo de misiles son difíciles de detectar por su velocidad y tiene una alta capacidad de maniobra, lo que dificulta calcular su trayectoria. "Es importante porque como habrán visto en las noticias, nuestros adversarios, principalmente Rusia y China, han desarrollado y probado artefactos voladores hipersónicos".
En años anteriores, Estados Unidos utilizaba satélites de detección, que son más costosos y su vida útil era relativamente corta, de 10 a 15 años, pero a juicio de Tournear, el país debe concentrarse en "diseñar una arquitectura espacial más resiliente, basada en la proliferación”.
Este proyecto busca crear varios mecanismos de advertencia y seguimiento de misiles con varios niveles de protección, el primero contará con unas decenas de satélites que volarán a 1.000 kilómetros de altura, mientras que el segundo nivel, contará con artefactos colocados a unos 20.000 kilómetros de la superficie.
El responsable de la agencia remarcó que, dentro de tres años, se lanzarán 28 artefactos y luego se lanzarán 54 satélites en una segunda fase. Estos satélites tendrán órbitas polares, es decir, que se moverán de norte a sur y viceversa
Este proyecto se asemeja a la “Iniciativa de Defensa Estratégica” (SDI) que lanzó en 1984 el entonces presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, que pretendía crear un sistema defensivo de armas en el espacio exterior para prevenir o interceptar ataques nucleares y misiles balísticos con láser o proyectiles interceptores, en plena Guerra Fría contra la Unión Soviética.