La Corte Suprema de Estados Unidos limitó este jueves la capacidad de las autoridades reguladoras para aplicar la principal Ley Nacional Contra la Contaminación Atmosférica.
Dicha Ley está destinada a reducir las emisiones de dióxido de carbono de las centrales eléctricas del país noreteamericano.
Según refiere AFP, en la Corte Suprema se llevó a cabo una votación en la que la mayoría de jueces acordó la medida.
La normativa quedó plasmada en una sentencia de 89 páginas que no anula ninguna restricción concreta de emisiones en vigor, sino que quita a la Agencia de Protección Medioambiental (EPA) la autoridad para imponerlas para todo el país.
Este fallo afectará los planes del gobierno federal para combatir el cambio climático, ya que su propuesta para regular las emisiones de las centrales se espera para fin de año.
Además, los demócratas pueden perder el control de las dos cámaras en las elecciones de mitad de mandato, que se celebran el 8 de noviembre y en las que se renueva un tercio del Senado y los 435 miembros de la Cámara de Representantes.
La sentencia describe que la EPA considera que “el Congreso le encomendó implícitamente, y solo a ella, la tarea de hallar el equilibrio entre las numerosas consideraciones vitales de política nacional implicadas en la decisión de cómo obtendrán los estadounidenses su energía”.
Los republicanos, sin embargo, han celebrado la decisión: “Hoy, el Tribunal Supremo ha devuelto el poder al pueblo. Al ponerse del lado del Estado de Virginia Occidental, el Tribunal ha deshecho las regulaciones ilegales emitidas por la EPA sin ninguna autorización clara del Congreso”.
El presidente de EEUU Joe Biden dijo que su propósito es reducir a la mitad las emisiones de gases invernadero de la nación para finales de esta década y tener un sector energético libre de emisiones para 2035, mientras que las centrales eléctricas representan aproximadamente el 30% de la producción de dióxido de carbono.
La propuesta de Biden corresponde al Plan de Energía Limpia presentado durante el gobierno de Barack Obama, en el que se anunció que los estados debían reducir las emisiones de la generación de electricidad, principalmente alejándose de las plantas que usan carbón, pero el proyecto nunca se aplicó.
El gobierno de Biden, que asegura defender una agenda verde a nivel mundial, denunció que se trata de una decisión "devastadora" y pidió al Congreso que "ponga a Estados Unidos en el camino hacia un futuro energético más limpio y seguro".
Más allá de la EPA, esta decisión podría limitar los esfuerzos de todas las agencias reguladoras federales, incluida la de salud y seguridad ocupacional (OSHA). Los demócratas temen que varias regulaciones sean suprimidas en los próximos meses.
Redacción LMN
