Este viernes 10 de marzo, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos o FDA por sus siglas en inglés, anunció que se actualizaron las regulaciones de las mamografías. Ahora, cada vez que una persona se realice una, el especialista deberá indicarle sobre la densidad de las mamas para de esta forma,, ayudar a los médicos a diagnosticar y categorizar mejor los resultados.
“La acción de hoy representa el compromiso más amplio de la agencia de apoyar la innovación para prevenir, detectar y tratar el cáncer”, declaró Hilary Marston, directora médica de la FDA.
La FDA, desde 1992, trabaja incansablemente para que las personas tengan acceso a una mamografía de calidad por lo que entre las actualizaciones que hicieron en su normativa, disminuyeron de forma significativa la cantidad de establecimientos que no cumplen con todos los estándares requeridos y que se vieron forzados a dejar de ofrecer este servicio.
La Ley de Normas de Calidad de la Mamografía o MQSA, por sus siglas en inglés, fue implementada en 1992 y buscaba la seguridad de una mamografía de calidad, examen extremadamente importante para la detección temprana del cáncer de mama.
Anualmente, la FDA y la MQSA, trabajan codo a codo para supervisar todos los establecimientos y realizar las certificaciones necesarias.
A partir de ahora, esas instalaciones deberán informar a las pacientes sobre la densidad de las mamas, ya que aproximadamente más de la mitad de las mujeres mayores de 40 años tienen tejido mamario muy denso, lo cual puede dificultar el especialista la detección del cáncer, además de ser un factor de riesgo.
De acuerdo con la FDA, la densidad puede influir en la precisión de la mamografía por lo que decidieron endurecer las medidas en las instalaciones médicas y que deberán implementarse en un plazo de 18 meses.
Según los datos del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades, una de cada ocho mujeres contraerá cáncer de mama en su vida.