Estados Unidos hace el debut público de su bombardero furtivo nuclear, el B-21 Raider, una estrategia que presume el Pentágono frente al gigante asiático, China.
El país busca modernizar su tríada nuclear, que incluye misiles balísticos.
El B-21 Raider será presentado en un evento discreto, en la ciudad de California, donde se podrá apreciar la nave dentro de un hangar.
Según los medios locales el B-21 Raider posee una alta capacidad de supervivencia, superficialmente guarda semejanza al B-2 y tiene la potencia que permitirá enfrentar amenazas complicadas.
Kathy Warden, directora ejecutiva de Northrop Grumman Corp., quien participó en la construcción del Raider, asegura que en términos de la capacidad informática, el software del B-21 es "impresionante".
Warden detalló que la nave posee materiales avanzados utilizados en revestimientos para hacer que el bombardero sea más difícil de detectar, pueda engañar los radares adversarios y disfrazarse como otro objeto.
La Fuerza Aérea estadounidense planea construir más naves que puedan desplegar armas nucleares o bombas convencionales, con o sin tripulación humana.
Cabe destacar, que China se encuentra en fase de preparación de 1.500 armas nucleares para 2035, y sus logros en hipersónicos, guerra cibernética y otras áreas presentan el desafío sistémico más importante para la seguridad nacional de Estados Unidos.
