El Gobierno de Estados Unidos anunció este martes que impulsará una nueva política que exija a los fabricantes de cigarrillos a reducir la nicotina a niveles no adictivos.
La medida requiere que la Administración de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) desarrolle y publique una reglamentación que luego podría ser impugnada por la industria tabacalera.
Esta decisión gubernamental tardaría años en ser implementada, pues el sector del tabaco puede acudir a instancias judiciales para defender sus intereses económicos. También pudiera ser revertida por un nuevo Gobierno, en caso que no esté alineada con sus objetivos.
La nicotina es la sustancia que lleva a millones de personas a consumir cigarrillos.
"La nicotina es poderosamente adictiva", dijo el comisario de la FDA, Robert Califf, en un comunicado. "Hacer que los cigarrillos y otros productos de tabaco de combustión sean mínimamente adictivos o no adictivos ayudaría a salvar vidas", puntualizó el funcionario.
El anuncio gubernamental fue bien recibido por los grupos de control del tabaco.
Por ejemplo, Harold Wimmer, director general de la Asociación Estadounidense del Pulmón dijo que están complacidaos y que es un importante paso adelante para la salud pública, por lo que instan a la FDA a ampliar esta propuesta para incluir todos los productos del tabaco, incluidos los cigarrillos electrónicos.
La disposición de las autoridades estadounidenses para obligar a la industria tabalacera a reducir los niveles de nicotina no es nueva. En 2017, el entonces comisionado de la FDA, Scott Gottlieb, anunció que quería avanzar en el tema y financió un estudio publicado en 2018 en el “New England Journal of Medicine” que encontró que “los cigarrillos con nicotina reducida (…) redujeron la exposición y dependencia” y “el número de cigarrillos fumados”.
El sector del tabaco rechazó esos hallazgos y señaló que la gente fumaría más.
Según datos del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), el tabaco es responsable de 480.000 muertes al año en Estados Unidos. En la actualidad, 13,7% de los adultos estadounidenses son fumadores, de acuerdo con el organismo.
En términos económicos, el costo por fumar asciende a más de 300.000 millones de dólares al año, incluyendo más de 225.000 millones en atención médica directa para adultos y más de 156.000 millones de dólares en pérdida de productividad debido a la muerte prematura y la exposición al humo, de acuerdo con las cifras de los CDC.
Miles de otras sustancias químicas contenidas en el tabaco y su humo son responsables del cáncer, males cardíacos, derrames cerebrales, diabetes y enfermedades pulmonares, entre otras patologías.