El 78 período de sesiones de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) fue oficialmente abierto con un llamado del presidente de la sesión del organismo, Dennis Francis, para «unir a las naciones en el convencimiento de un propósito común y la solidaridad de la acción común».
A la cita asisten delegados de los 193 países miembros. Es la segunda ocasión que la ONU regresa de forma totalmente presencial a Nueva York luego de la pandemia de Covid-19.
En su discurso, Francis aseguró que la Asamblea General se levantan como testimonio viviente del multilateralismo. También recordó los grandes retos que enfrenta la humanidad en su conjunto: «Guerra. Cambio Climático. Deuda. Energía y crisis alimentaria. Pobreza y hambre».
Desde el fin de semana, los alrededores de la sede es un hervidero de autos y peatones, según reflejan los medios apostados allí. «El ya de por sí agitado tráfico en la isla de Manhattan se ha visto colapsado por momentos debido a múltiples cierres de calles y las caravanas oficiales que avanzan a toda marcha cortando los accesos», dicen.
Como era de esperarse, Ucrania volverá a ser protagonista del segmento de alto nivel. El Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá el miércoles y allí será tema central pues el aumento en los precios de los alimentos, el petróleo y la inflación, están conectados con el teatro bélico.
Con menos ahínco, la 78 Asamblea General de la ONU también se enfocará en poner en relieve las crisis de inseguridad en países como Sudán o Haití, la grave situación humanitaria como resultado de guerras, pérdida de libertades, mal manejo económico y catástrofes naturales, algunas como consecuencia del cambio climático.
La Cumbre de Ambición Climática, prevista para el 20 de septiembre en Nueva York, será «un hito político fundamental» que demuestra la intención del organismo de acelerar el paso a un manejo más sostenible del planeta, insiste la convocatoria del evento.