El alcalde de Miami, Francis Suárez, presentó documentos el miércoles para presentar su candidatura a la nominación presidencial republicana, y se lanzó a la contienda electoral apenas un día después de que el principal candidato republicano, Donald Trump, compareciera ante un tribunal por cargos federales.
El alcalde de 45 años, el único candidato hispano en la contienda, declaró su candidatura ante la Comisión Federal de Elecciones. Se había burlado de un anuncio, señalando que daría un «gran discurso» el jueves en la Biblioteca Reagan en California.
Antes que Trump llegara al juzgado el martes, Suárez recorrió el campamento de los medios con una camiseta con el logotipo de la policía, ya que la policía de su ciudad tenía jurisdicción sobre el centro de la ciudad.
“Si decido postularme”, le dijo a CNN, “está comenzando un nuevo capítulo, una nueva conversación de un nuevo tipo de líder que tal vez se ve un poco diferente, habla un poco diferente, tuvo una experiencia un poco diferente, pero puede inspirar a la gente”.
Suárez, presidente de la Conferencia de Alcaldes de Estados Unidos, es hijo del primer alcalde de Miami nacido en Cuba. En los últimos años se ha hecho conocido por sus esfuerzos para atraer empresas a Miami, con miras a convertir la ciudad en un centro criptográfico y el próximo Silicon Valley.
Suárez, quien compite por convertirse en el primer presidente electo alcalde en ejercicio, se une a una lucha primaria republicana que incluye al gobernador de Florida Ron DeSantis, el ex vicepresidente Mike Pence, el senador Tim Scott de Carolina del Sur, la ex embajadora de las Naciones Unidas Nikki Haley y el ex New El gobernador de Jersey, Chris Christie. A pesar de tener un campo de candidatos de dos dígitos, la carrera se considera en gran medida como una competencia de dos personas entre Trump y DeSantis.
Pero los otros competidores esperan una oportunidad, que Trump ha brindado con sus innumerables vulnerabilidades legales, ninguna más grave que su acusación federal por cargos de mal manejo de documentos confidenciales y negarse a devolverlos. Se declaró inocente el martes en la corte federal de Miami de 37 cargos por delitos graves.
Suárez ha dicho que no apoyó a Trump ni en las elecciones presidenciales de 2016 ni en las de 2020, sino que escribió los nombres del senador estadounidense Marco Rubio y del entonces vicepresidente Pence. En 2018, Suárez condenó públicamente a Trump después que surgieran informes de que había cuestionado por qué Estados Unidos aceptaría más inmigrantes de Haití y «países de mier..» en África.
Pero los tiempos han cambiado, ahora los asesores de Trump elogian el trabajo de Suárez y lo ayudan a promover lo que él llama “la historia de éxito de Miami”.
La exconsejera de Trump en la Casa Blanca, Kellyanne Conway, incluso ha mencionado el nombre de Suárez como una posible elección para la vicepresidencia.
Suárez, quien está casado y tiene dos hijos pequeños, es un abogado corporativo y de bienes raíces que anteriormente se desempeñó como comisionado de la ciudad de Miami. También se ha posicionado como alguien que puede ayudar al partido a conectarse más con los hispanos. En los últimos meses, ha realizado visitas a los estados de votación anticipada del Partido Republicano mientras sopesaba una posible campaña de 2024.
Es más moderado que DeSantis y Trump, pero ha enhebrado cuidadosamente los temas culturales que se han vuelto populares entre los políticos republicanos.
Suárez ha sido crítico con DeSantis, descartando algunas de las leyes estatales que ha firmado sobre inmigración como «capturadores de titulares» carentes de sustancia. Ha dicho que la inmigración es un problema que “clama por una solución nacional” en un momento en que muchos republicanos respaldan políticas de línea dura.
El alcalde de dos mandatos expresó previamente su apoyo a una ley de Florida defendida por DeSantis y denominada «No digas gay» que prohíbe la instrucción en el aula sobre orientación sexual o identidad de género desde el jardín de infantes hasta tercer grado. Al igual que otros republicanos, Suárez ha criticado la disputa de DeSantis con Disney por la misma ley, diciendo que parece una “vendetta personal”.
Para congraciarse aún más con el equipo de Trump, Suárez se ha hecho eco de los ataques de Trump sobre el comportamiento de DeSantis, diciendo que el gobernador no hace contacto visual y tiene dificultades con las relaciones personales con otros políticos.
En 2020, el alcalde hizo una jugada para atraer empresas tecnológicas a Florida después de que el estado relajara sus restricciones por el COVID-19. Se reunió con jugadores e inversores de Big Tech, como el fundador de PayPal, Peter Thiel, y el magnate de la tecnología, Marcelo Claure, comenzó a aparecer en la televisión nacional y fue perfilado por revistas.
Suárez, quien ha dicho que recibe su salario en Bitcoin, también organizó conferencias sobre Bitcoin y comenzó a promover fuertemente un proyecto de criptomoneda llamado Miami Coin, creado por un grupo llamado City Coins.
Pero la exageración se disipó cuando las restricciones de virus se relajaron en otros lugares, eliminando la ventaja de Miami en el frente de COVID-19. La visión de Suárez también se vio obstaculizada por el colapso del intercambio de criptomonedas FTX, que tenía previsto trasladar su sede en EE. UU. al distrito financiero de Miami antes de que su fundador y director ejecutivo, Sam Bankman-Fried, fuera arrestado en las Bahamas en diciembre pasado.
El único intercambio de criptomonedas que negoció Miami Coin suspendió sus operaciones y citó problemas de liquidez, por no cumplir su promesa de generar suficiente dinero para eliminar los impuestos de la ciudad.
Miami también se encuentra entre las peores ciudades grandes de EEUU por la desigualdad de ingresos y tiene uno de los mercados de vivienda menos asequibles.
Con información de AP
