Si bien el cambio climático tiene consecuencias inmediatas como el aumento del nivel del mar y el derretimiento de los polos, también afecta de forma directa a la planta de café y, por consiguiente, al producto que se extrae de ella.
«Este cultivo tiene unas necesidades de temperatura, luz y humedad muy específicas para su crecimiento y calidad, el que se da de forma óptima en el denominado cinturón del café», explicó en el Conversatorio virtual “Que nadie se meta con mi café”, Pablo González Cid, CEO de Café Punta del cielo.
El productor señaló que la industria cafetera ha desarrollado nuevas estrategias de cultivo para mantener la producción que se ha visto afectada por el cambio climático. Sin embargo, se deben mitigar los efectos de este fenómeno y no adaptarse a él.
Uno de los efectos del cambio climático en la producción de café de altura es que se producen insumos de menor calidad ya que las temperaturas elevadas no son ideales para tener un producto de calidad premium.
“El café es un importante representante de México y ver que cada vez ocupamos un lugar menor como productores es algo que “nos quita el sueño”. A esto se le suma el cambio climático, el calentamiento, afecta totalmente la producción y principalmente afecta el café de calidad”, explicó el directivo.
“Para producir un café de altura con mayor calidad es indispensable que no le de más de 10 horas de sol al día porque entre más sol empieza a producir más y se empieza a agotar el suelo”, agregó.
González detalló que hace 15 años los agricultores estaban enfocados en cultivar un café con gran aroma sin perder su sabor y, ahora, están centrados en una planta que resista las condiciones climáticas para mantener la producción.
El café es sólo una categoría de alimentos afectados por el clima extremo. Sequías, tormentas y heladas, antes raras o desconocidas en algunas áreas, se están convirtiendo en la norma en las regiones agrícolas de todo el mundo.