Una de las películas favoritas de los últimos meses, va más allá de la diversión y de su propia historia. “El Gato con botas: el último deseo”, cuenta detalladamente lo que se siente tener un ataque de pánico.

La película de DreamWorks, una secuela de un spin-off de "Shrek", sigue al felino mientras intenta recuperar ocho de las nueve vidas que ha vivido.

En las pantallas se muestra al animal cometiendo actos de osadía con estilo y encanto de sobra, todo lo que el público espera del Gato con botas, sin embargo, este atraviesa un episodio particular.

El Gato pierde la fe y le da un ataque de pánico, se desploma contra un árbol en un bosque, resoplando y resoplando. El latido acelerado de su corazón ahoga cualquier otro sonido en el bosque donde yace. Su amigo, el afable perro de terapia Perrito, nota que Gato está angustiado y apoya la cabeza en la barriga de nuestro héroe felino. Gato exhala un par de veces, acaricia tranquilamente a Perrito y logra recuperarse.

Así como muestra este proceso, también muestra cómo logra superarlo con ayuda, según, Joel Crawford, director del film, ese era uno de los objetivos.

“Ese era uno de nuestros grandes objetivos: llevar a nuestra audiencia a un viaje que exprese toda la gama de emociones de la vida”, dijo en una entrevista en CNN.

Agregó que “mirar un mundo animado es una excelente manera de escapar”, al tiempo que señaló que hay temas desafiantes que se pueden explorar, a través de la comodidad de la ficción.

Más detalles de la película

“Gato con botas: el último deseo” tiene lugar en la misma tierra de cuento de hadas de la serie “Shrek”, con sus animales antropomórficos y ogros con corazones de oro.

El animador Prashanth Cavale se filmó a sí mismo como referencia para la escena, agregando "pequeños apretones y contracciones" para agregar una textura realista a la escena.

El objetivo, dijo Crawford, era evitar que el momento se sintiera "superficial o forzado" y mantenerlo accesible para espectadores de todas las edades.

“Miedo, debilidad, ansiedad: si alguien alguna vez ha sentido esas emociones, queríamos asegurarnos de que esta escena se relacionara con ellos”, dijo Crawford.

Para los niños, especialmente, ver a un personaje sentir un miedo extremo y luego encontrar consuelo en un ser querido puede ser impactante, dijo Bufka, incluso si no están familiarizados con el término “ataque de pánico”.

“La gente no siempre tiene el lenguaje para sus emociones”, dijo el director. “Pero es importante tenerlo en pantalla, porque ayuda a que las personas se sientan vistas, reconocidas y no solas”.

Los psicólogos aseguran que es importante mostrar este tipo de procesos en pantalla, ya que es un síntoma común de la sociedad.

Los ataques de pánico tienen muchas variantes, pero los síntomas suelen alcanzar su punto máximo en cuestión de minutos.