El actual jugador de Los Ángeles Clippers, Jhon Wall, reconoció en una carta que le envió el pasado jueves a "The Players Tribune" que estuvo al borde del suicidio cuando estuvieron a punto de amputarle un pie y posteriormente murió su madre.
La promesa de la NBA estuvo en el primer puesto de elegibilidad en el Draft en 2010 y fue tomado por los Washington Wizards, club en el que militó por 9 temporadas, y en tan solo tres años ya se había convertido en uno de los mejores jugadores del circuito, "para mi todo sucedió muy rápido" dijo Wall en referencia a su meteórico ascenso.
En 2017 estaba en la cúspide de su carrera, gracias a su participación logró forzar el séptimo de la serie contra Boston en las semifinales de conferencia; sin embargo, tan solo un año después su vida iba a dar un vuelco de 360 grados.
Wall se lesionó, se rompió el talón de Aquiles y perdió según señaló, "el único santuario que he conocido" en referencia al baloncesto; le diagnosticaron una infección grave por las cirugías que lo llevaron al borde de la amputación de su pie.
Un año después sucedió otra tragedia que lo sumiría en una profunda depresión, murió su madre "perdí a mi mejor amiga en todo el mundo, mi madre, por cáncer de mama".
El jugador de 32 años relata que después de esos dos acontecimientos comenzó a ir a un lugar "realmente oscuro" porque no podía jugar el juego que amaba y no tenía a su madre, el sostén que lo soportaba en los momentos difíciles.
"Es el lugar más oscuro en el que he estado. Quiero decir… en un momento pensé en suicidarme", dijo John Wall en agosto de 2022 en NBC Sports.
El base de 1,93 mts ha ganado 232 millones de dólares a lo largo de su carrera. Sin embargo, eso no fue un aliciente para aclarar su mente de la realidad que lo perturbaba. Es por ello que reconoció que gracias al amor de sus hijos, pudo seguir adelante, buscar ayuda psicológica y disipar las ideas suicidas que le rondaban la cabeza.
La intención de la carta de Wall fue sumar conciencia sobre los problemas asociados a la depresión y la salud mental, de los que nadie está exento de padecerlos. En su caso, fue gracias al amor propio, a la ayuda terapéutica y al apoyo familiar que logró salir del "lugar más oscuro" en el que estaba.
