Este martes el papa Francisco aceptó la renuncia del obispo polaco Grzegorz Kaszak, luego de revelarse los informes sobre una fiesta sexual con la presencia de un prostituto en la casa del sacerdote.
El vaticano no explicó el motivo de la renuncia del obispo de 59 años de la diócesis de Sosnowiec, en el sudoeste de Polonia, cuando el retiro normal de los prelados es de 75 años.
Kaszak dijo en un comunicado que ofreció su renuncia al Papa el 29 de septiembre, le agradeció a los curas y las monjas de su diócesis y pidió a «todos que perdonen mis limitaciones humanas».
El obispo fue designado en 2009 por Benedicto XVI, luego de haber prestado servicios en al oficina del Vaticano para las familias.
Esta diócesis está en el epicentro de los reflectores, luego que uno de los sacerdotes fuera objeto de una investigación criminal por haber organizado una fiesta sexual en su apartamento con un prostituto.
En este caso, uno de los participantes en la orgía sufrió un desmayo por el consumo en excesivo de píldoras para la disfunción eréctil, y la fiscalía sospechó del sacerdote por no ayudar a una persona «cuya vida está en peligro» ya que trató de impedir el ingreso de paramédicos al apartamento.
“El padre Tomasz Z y otros dos laicos han cometido una violación muy grave de las normas morales, que la Iglesia no tolera y condena enérgicamente. El incidente se ha convertido en motivo de gran escándalo para los fieles y de justificada indignación pública”, indicó luego la web oficial de la diócesis.
Este no es el primer caso que llega a los oídos de los medios polacos, en 2010 el rector en funciones del seminario de Sosnowiec, estuvo presuntamente implicado en una pelea en un club gay, pero se le permitió continuar en el puesto durante más de un año. Luego el Vaticano intervino y disolvió el seminario.
En 2023 otro caso escabroso opacó a la iglesia polaca luego que hallaran el cadáver de un diácono con varias heridas, que indicaban un posible homicidio. El asesino del cura fue otro sacerdote de 40 años que luego de cometer el crimen se quitó la vida.
En los últimos años la iglesia polaca ha sido sacudida por las numerosas denuncias de abuso sexual a menores de edad por sacerdotes, lo que ha forzado la renuncia de varios curas y ha manchado la reputación de la tierra de San Juan Pablo II.