El presidente francés, Emmanuel Macron, llegó a Pekín en una visita en la que quiere disuadir a China de respaldar a Rusia en Ucrania y estrechar vínculos con uno de sus principales socios comerciales.
Según analistas, Macron pretende mostrarse firme sobre la cuestión ucraniana en su reunión con el presidente chino, Xi Jinping, pero a la vez ofrecer «otro camino» al tono de confrontación a menudo escuchado desde Estados Unidos.
No es un dato menor que antes de partir, Macron habló sobre su viaje con el presidente estadounidense Joe Biden, según indicó la Casa Blanca. La conversación mostró «la voluntad común de Francia y Estados Unidos de implicar a los chinos para acelerar el fin de la guerra en Ucrania y construir una paz duradera».
En la reunión también participará la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
En la primera actividad de su agenda, Macron pronunciará un discurso desde la embajada de Francia, antes de dirigirse al museo Red Brick para la inauguración de un festival cultural chino-francés.
Para el jueves, aparte del encuentro trilateral, ambos líderes europeos mantendrán reuniones bilaterales con Xi y con el recientemente nombrado primer ministro en la Asamblea Nacional Popular, Li Qiang.
Cabe destacar que este viaje es el segundo a Pekín de un dirigente europeo, tras el que cerró este viernes el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, después de que el líder asiático se reuniese en Moscú con el presidente ruso, Vladimir Putin, para exponerle sus planteamientos de paz para la Guerra de Ucrania y mostrar la solidez de su relación.