Debajo de la Torre Reforma en Ciudad de México hay una casona colonial intacta. Quedó allí como si fuese la raíz del edificio hermoso, sustentable y triangular, que parece emanar del suelo como una daga plateada.
Esta obra se llevó en el año 2018, el International Highrise Award, un premio arquitectónico que se otorga a “una estructura que combina sostenibilidad ejemplar, forma externa y calidad espacial interna, sin mencionar los aspectos sociales, para crear un diseño modelo”, como explican representantes del mismo galardón.
Celdas solares que se pueden instalar en su estructura para producir su propia energía, jardines internos que se alternan cada cuatro pisos y reducen el uso de aire acondicionado, un sistema de riego para mitigar el polvo en un 80%, y la reutilización del 100% de las aguas grises, son parte de las maravillas del gigante triángulo de acero, concreto y vidrio.
Esto sólo se pudo lograr gracias al urbanismo, el estudio centrado en la integración de las comunidades con el sitio donde residen y se desarrollan, para aprovechar al máximo los espacios, elevar las potencialidades y promover mejor calidad de vida.
Hoy 8 de noviembre se celebra el Día Mundial del Urbanismo, y LMN hará un repaso de estructuras sustentables de América Latina, que como la Torre Reforma de México DF, representan un salto gigante en el diseño físico de las ciudades, y la gestión de las estructuras.
Energía solar de impacto
En una costa prácticamente abandonada de Río de Janeiro, se construyó el Museo del Mañana en 2015, un edificio que consume 40% menos de energía, gracias a paneles solares tipo espigas que se adaptan al movimiento del astro de fuego.
Fue diseñado por el arquitecto español Santiago Calatrava, y no es lo que parece. No hay obras expuestas, sino una experiencia de inmersión en la que los visitantes pueden pasearse por cinco regiones principales: Cosmos, Tierra, Antropoceno, Mañana y Ahora.
“Para realizar la fascinante construcción futurista, el arquitecto se inspiró en las bromelias del Jardín Botánico de Río y exploró la relación entre la ciudad y el entorno natural. Desde un avión o desde el mar se pueden ver las espectaculares formas curvas y blancas características de Calatrava sobre un espejo de agua y a su alrededor un conjunto de plantas y flores ornamentales” describió de una manera muy acertada, Mariana Gioiosa para el portal web elojodelarte.com.
Chile a la cabeza
Pero en cuestiones de ahorro de energía en construcciones en Latinoamérica, Chile es el líder absoluto. De hecho el país suramericano se encuentra entre los 10 con más certificaciones LEED en el mundo, un sistema de calidad para edificios sostenibles, desarrollado por el Consejo de la Construcción Verde de Estados Unidos.
Entre estas construcciones destaca el edificio Transocéanica, una obra enorme y con líneas curvas, diseñado por la firma alemana +arquitectos, cuyo ahorro de energía se basa en la geometría.
“Para incorporar sistemas eficientes a un edificio, lo fundamental es que el diseño arquitectónico se enfoque en reducir significativamente su demanda energética. Una vez que se ha reducido al mínimo el gasto energético, se incorporan sistemas eficientes, de bajo costo de operación y de bajas emisiones que no dañen el medio ambiente”, argumentó Alex Brahm, representante de la empresa que realizó el concepto.
Desde su inauguración en 2013 mantiene su certificación LEED Oro por generar un mínimo de 20% de energía estable: “Es silencioso, estable y parejo en todo el recinto. Con la geotermia se logran muy altas condiciones de confort. Si estás lejos o cerca de la ventana no hace ninguna diferencia en cuanto a tu sensación térmica” insiste el alemán.
Los espejos de Medellín
En Medellín, Colombia, pocos conocen a la Torre Argos por su nombre, es mucho más sencillo llamarla la torre de los espejos, por los múltiples cristales de sus ventanas que dan la sensación de un vitral cilíndrico que refleja el sol en todas las direcciones.
En 2016 obtuvo la certificación Leed Oro con el puntaje más alto de toda América Latina, gracias al aprovechamiento máximo de la la luz natural, la reducción del consumo de energía hasta en un 44%, reducción de la temperatura por el uso del 30% de su superficie para áreas verdes, y un uso del 63% de los materiales amigables para el medio ambiente.
Ciertamente la región avanza en el tema de construcciones sustentables, uno de los mayores objetivos de la Agenda 2030 de la Organización de Naciones Unidas (ONU). Sin embargo, los expertos aseguran que hay mucho por hacer aún, para la creación de ciudades sostenibles.
Datos de la ONU señalan que aún 828 millones de personas que habitan en los conglomerados urbanos, no lo hacen en edificios eficiencientes, sino en zonas marginales con estructuras inseguras, especialmente en la región, situación que esperan cambiar de a poco, enfocados en los ejemplos que son orgullo y ejemplo de que es posible un mundo más verde.