Adultos y niños comúnmente están expuestos a escuchar música a volumen alto a través de auriculares conectados a dispositivos como audífonos o reproductores de MP3 o en conciertos musicales y esto, dicen los expertos, puede causar pérdida de la audición.
La parte interna del oído contiene células pilosas diminutas que son terminaciones nerviosas. Esas células pilosas transforman el sonido en señales eléctricas, los nervios llevan estas señales al cerebro, el cual las reconoce como sonido.
El oído humano es como cualquier otra parte del cuerpo, si se usa demasiado se puede dañar con el tiempo, la exposición repetitiva a ruidos y música a alto volumen puede causar hipoacusia. Tal es el caso de artistas famosos como Jimi Hendrix, considerado por muchos el mejor guitarrista del mundo, que a los 27 años ya tenía disminuida gran parte de su capacidad auditiva debido al uso excesivo de audífonos con música fuerte.
Al igual que Brian Johnson líder de la banda AC/DC, el cual tuvo que abandonar el grupo debido al riesgo de que su sordera se volviera total si seguía actuando en grandes escenarios.
En la actualidad, el 27% de las personas con 40 años de edad que acuden a los servicios de otorrinolaringología y audiología presentan algún grado de sordera.
Uno de los síntomas de la pérdida de audición es el zumbido en uno o ambos oídos y la dificultad para entender palabras o conversaciones.
Se estima que la pérdida de audición en adolescentes es aproximadamente un 30% más alta que en las décadas de 1980 y 1990, por el mayor uso de audífonos y al reciente auge de los trabajos a distancia. Por esto, para escuchar música de manera segura se recomienda mantener siempre el volumen por debajo de 85 dB para mantener sus oídos seguros, nunca llevar el volumen más allá del 60%, solo escuchar música con audífonos durante un máximo de 60 minutos por día y descansar los oídos al menos cinco minutos cada hora.
Lo más recomendable para cuidar nuestros oídos es utilizar auriculares que van apoyados sobre la superficie de nuestro pabellón auricular, conocidos como supraaurales, o auriculares que envuelven por completo nuestra oreja, conocidos como circumaurales, ya que aíslan mejor el ruido de fondo, permitiéndonos escuchar a un volumen más bajo y reduciendo el daño.