Después de perder las presidenciales del año 2020, el multimillonario Donald Trump, sigue metido en la política y ahora hace campaña para las elecciones de medio mandato que pueden significar su asentamiento como líder indiscutible de los republicanos.
Trump tiene el voto de antiabortistas, teóricos de la conspiración e incluso recién llegados a la política. Entre sus elecciones controvertidas figuran Mehmet Oz, un famoso médico de Pensilvania, y J.D. Vance en Ohio, un inversionista de riesgo que ha pasado la mayor parte de su vida adulta en Silicon Valley. Ambos son señalados como de no tener contacto con la realidad y son propensos a los desatinos retóricos.
En Georgia, el magnate apoya a la ex estrella del fútbol americano Herschel Walker, acusado de violencia doméstica.
“Trump no está en ninguna boleta electoral en 2022, pero su futuro político sí”, escribió John Hudack, del centro de estudios Brookings Institution.
Su plan para remodelar el Partido Republicano lo convertirá en un perdedor o en el líder de la política partidista en los próximos años”, consideró Hudack.
Analistas consideran que un mal resultado para los candidatos del ex mandatario beneficiaría a sus potenciales rivales republicanos para la carrera presidencial de 2024.
Entre los que podrían figurar están Liz Cheney, copresidenta del comité parlamentario que investiga la responsabilidad de Trump en el asalto al Capitolio del 6 de enero; el gobernador de Florida, Ron DeSantis, y el exvicepresidente, Mike Pence.
Para David Greenberg, profesor en la Universidad de Rutgers, Trump tiene «poco que ganar pero mucho que perder pues si sus candidatos fracasan, se notará que ha perdido su magia”, dijo.
Pero nada está decidido y no se descarta que los candidatos de Trump se impongan en las urnas el próximo 8 de noviembre.
Cabe destacar que según los últimos sondeos de opinión, los republicanos -actual oposición a Joe Biden- tienen muchas posibilidades de hacerse con al menos entre 10 y 20 escaños en la Cámara de Representantes, lo que les alcanzaría para obtener la mayoría.
Los demócratas, en cambio, tendrían 67% de posibilidades de conservar la mayoría en el Senado, según la web de periodismo de datos FiveThirtyEight.
Los republicanos estaban al tope del ranking hasta el pasado mes de julio, según este modelo estadístico.
