Parece que el CEO de la red social Twitter, Elon Musk, encontró la fórmula para generar más ingresos a la plataforma social de una manera sencilla: obtener millones de dólares al año en ingresos publicitarios a partir de cuentas que fueron previamente bloqueadas.
Así se desprende de una publicación del portal Computer Now, que señala que la compañía del pajarito azul puede conseguir hasta 19 millones de dólares al año, a partir de diez cuentas que fueron vetadas por «publicar contenido de odio y conspiraciones peligrosas»
Estas cuentas que fueron reactivadas, incluyen a personalidades asociadas con el extremismo y las teorías de la conspiración, como es el caso de Andrew Tate.
También fue reactivada la cuenta del fundador de Daily Stormer, Andrew Anglin, un neonazi estadounidense, supremacista blanco y teórico de la conspiración antisemita.
Destaca en esta lista Robert Wallace Malone, médico y bioquímico estadounidense, conocido por criticar y por promover desinformación sobre la seguridad y eficacia de las vacunas contra el Covid-19.
Finalmente entra en este renglón el medio de extrema derecha, The Gateway Pundit, uno de los blogs más entusiastas a favor del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Para analizar el alcance real de estas personalidades y medios de comunicación, la empresa CCDH analizó unos 10.000 tuits de estas cuentas entre diciembre y enero de este año. El informe arrojó que «en un día normal, los tuits de las diez cuentas recibieron un total combinado de 54 millones de impresiones».
Según la compañía, si estas mediciones se proyectan a lo largo de 365 días, estas cuentas pueden alcanzar alrededor de 20.000 millones de impresiones. En base a esto, la empresa creó tres cuentas nuevas en Twitter que seguían solo a los diez usuarios mencionados en el informe, para determinar cuántos ingresos publicitarios podrían generar.
En el estudio, los especialistas descubrieron que los anuncios aparecían aproximadamente una vez cada 6,7 tuits.
A partir de este punto y utilizando datos proporcionados por la empresa de análisis Brandwatch, calculó que “los anuncios en Twitter cuestan una media de 6,46 dólares por cada 1.000 impresiones”.
Esto significa que las cuentas creadas por el CCDH llegaron a “una cifra total de hasta 19 millones de dólares en ingresos publicitarios anuales”, sin embargo, estas estimaciones no son un recuento preciso de lo que la red social podría estar ganando con estos usuarios.
No obstante, los datos demuestran lo valioso que puede ser para Twitter un pequeño número de cuentas altamente polarizadas y que, desde la llegada de Elon Musk, se anunciara una “amnistía general” a los usuarios que no hubieran infringido la ley.
