Este lunes, el presidente francés, Emmanuel Macron, lideró los actos formales por el Día de la Victoria, que conmemora el momento en que la II Guerra Mundial llegó a su fin en 1945.
‘’La República francesa no es, por definición, ni mala ni nefasta, es necesaria, vital, justa’’, comentó el mandatario, refiriéndose a los líderes de la Resistencia francesa en su discurso de la jornada, que tuvo como trasfondo, la división social creada desde el pasado mes de febrero a causa de la polémica reforma de las pensiones que firmó Macron.
El jefe de Estado también homenajeó al general Charles de Gaulle mientras colocaba una corona de flores ante su estatua de la Plaza Clemenceau para luego encender la llama de la tumba del soldado desconocido, que recuerda a los muertos en la defensa de Francia.
La ministra francesa, Élisabeth Borne, el ex presidente Nicolar Sarkozy y otras personalidades acompañaron a Macron, quien, al finalizar el acto simbólico, inició un recorrido por la Avenida de los Campos Elíseos hasta el Arco del Triunfo.
En el marco de la conmemoración, la policía tomó fuertes medidas de seguridad; estableció un perímetro de 200 metros para evitar las manifestaciones en las zonas aledañas, por el marco de las protestas contra el mandatario y su controversial reforma de las pensiones.
Sin embargo, las limitaciones policiales no evitaron que los detractores de Macron se concentraran en las calles de Lyon para manifestar en contra de la visita vespertina del jefe de Estado.
Es importante recordar que el pasado 3 de mayo, el Consejo Constitucional francés rechazó una segunda solicitud de referéndum sobre la reforma de las pensiones, la cual incrementa la edad mínima de jubilación de los 62 a los 64 años.