Debido a la masificación del uso de las aplicaciones de inteligencia artificial (IA), como es el caso del ChatGPT, las grandes empresas españolas están estableciendo una hoja de ruta para la elaboración de normas y guías que limiten el uso de esta herramienta entre sus empleados.
«Existe alta probabilidad de que la información que produzca la herramienta contenga sesgos o sea información errónea», señala una comunicación de una de estas empresas remitida a sus empleados.
Un alto funcionario de una compañía española que habló bajo anonimato con el medio El Mundo, advirtió sobre el peligro que generaría introducir datos personales y corporativos a las aplicaciones de IA y que ésta pueda filtrarlos por algún error.
Este chatbot de inteligencia artificial fue desarrollado en 2022 por la empresa estadounidense OpenAI, y desde su lanzamiento es furor entre los usuarios ya que el programa aprende de grandes cantidades de datos textuales para proporcionar respuestas precisas y útiles en diferentes contextos.
Esto lo hace ideal para aplicaciones de servicio al cliente, asistencia virtual y educación en línea, entre otros.
Sin embargo, ante el avance desproporcionado y sin un orden jurídico que regule esta tecnología; gobiernos, empresas y expertos, han alertado sobre sus peligros.
Incluso el creador de esta herramienta, Sam Altman, advirtió la semana pasada en el Senado de los Estados Unidos, una mayor regulación para la plataforma, mientras que el dueño de SpaceX, Elon Musk, y el cofundador de Apple, Steve Wozniak, alertaron sobre el impacto que tendrá la IA en el futuro, si no se toman correctivos.
Ante este escenario, la empresa Telefónica prohibió el uso de esta herramienta para almacenar información estratégica de la compañía de telecomunicaciones, a menos que la misma sea contratada y controlada por un especialista del tema.
En el caso del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA), anunció una medida similar entre sus empleados, aunque sólo algunos profesionales de su nómina puedan manejarla de forma permanente.
También la Red Eléctrica (Redeia) informó que bloqueó el acceso a la versión pública del ChatGPT, ya que podría comprometer la información sensible de la compañía, algo que, a su juicio, es relevante y de seguridad de Estado dado que ellos gestionan las infraestructuras eléctricas en el país europeo.
Otras empresas como Naturgy y Enagás, que operan en los sectores eléctrico y gasístico, elaboraron un borrador de cómo trabajar con estas aplicaciones de IA cuando están dentro de sus instalaciones, mientras que la petroquímica Repsol y la compañía de seguros Mapfre están en la fase final de un manual que detalla todos los protocolos a seguir para emplear la IA de manera segura.
En un encuentro con los medios hace una semana, la secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, Carme Artigas, señaló que España será el primer país del mundo en contar con una agencia destinada a supervisar la inteligencia artificial.
También anunció que el Gobierno está por aprobar un proyecto piloto para que las empresas puedan probar el futuro reglamento europeo y prever posibles obstáculos para la innovación que contenga el texto.
