Cada año, aproximadamente 12 millones de niñas menores de edad son involucradas en matrimonios en todo el mundo, según datos de las Naciones Unidas. En Estados Unidos, entre los años 2000 y 2018, se registraron 300,000 casos de matrimonios infantiles, destacando que un preocupante 86% de estos compromisos incluyen a niñas de alrededor de 10 años con hombres considerablemente mayores.
Aunque sorprendente, el matrimonio infantil es legal en 40 de los 50 estados de Estados Unidos. California, en particular, ha presenciado más de 23,000 uniones de este tipo, sin contar con una edad mínima para contraer matrimonio. Sin embargo, diversas organizaciones y movimientos están librando una batalla para establecer una ley que prohíba el matrimonio antes de los 18 años.
En 2017, se propuso una legislación que no logró la aprobación, en gran parte debido a la intervención de la Asociación Estadounidense por las Libertades Civiles y Planificación Familiar, que fundamentó su posición en la necesidad de proteger el «derecho fundamental de todas las libertades».
Las arraigadas tradiciones de ciertos grupos, con fuertes lazos religiosos, son una de las principales razones por las cuales aún persiste la posibilidad de casarse antes de los 18 años en Estados Unidos. No obstante, muchas niñas enfrentan traumas significativos a medida que sufren la pérdida prematura de su infancia.
A pesar de que el 80% de los matrimonios infantiles termina en divorcio, 35 estados norteamericanos están comprometidos legislativamente para elevar la edad mínima para contraer matrimonio a los 18 años. Hasta ahora, solo Connecticut y Michigan han logrado implementar esta medida crucial.