Ante la intensa ola de calor y sequía, las autoridades del municipio de Pali, en el estado de Rayastán en India, adelantaron la entrega de agua transportada usando un tren de 40 vagones con capacidad para unos 2 millones de litros.
Cada día, cientos de personas llegan con baldes y latas para llenarlas con agua y llevarlas hasta sus casas. El líquido (sin tratamiento) puede ser la única fuente para un alto porcentaje de las 230 mil personas que viven en el lugar.
Aunque el tren ha llevado agua a Pali en el pasado, las autoridades ferroviarias indicaron que la escasez ya era crítica en el mes de abril pasado, por lo que comenzaron a distribuirla de manera anticipada.
En algunas zonas de la India es habitual que en verano se superen los 45 grados. Según muchos expertos, es uno de tantos ejemplos de los efectos negativos del cambio climático y el calentamiento global.
De hecho, India registró el pasado mes de marzo el más caluroso históricamente. Las altas temperaturas convierten casi en insoportable la vida para buena parte de los 1.400 millones de habitantes del gigante asiático.
No es un dato menor que en la India menos del 50% de la población tiene acceso a agua potable directa pese a que en 2019 el Gobierno inició un proyecto para llevarla a todos los hogares rurales.
En India y Pakistán, "olas de calor más intensas y prolongadas se dan con más frecuencia de lo previsto", señaló el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) en un informe reciente.
Los "impactos en cascada" de las olas de calor sobre la producción agrícola, el agua, la energía y otros sectores ya son visibles, dijo este mes Petteri Taalas, director de la Organización Meteorológica Mundial.
Según Unicef, dos tercios de los 718 distritos de India están afectados por el "agotamiento extremo del agua".
