En los sitios de trabajo, los trabajadores aplican una regla de “calentar la silla” que no es otra cosa que estar sentado el mayor tiempo posible en su silla para “aumentar” el rendimiento laboral. ¿Qué pasa si estar de pie trae más beneficios?
Unos estudios de la salud laboral de Texas hicieron un experimento con niños de primaria y secundaria, que consistía en dejarlos de pie durante un tiempo no especificado de la jornada escolar. Al terminar, pudieron determinar que los escolares tuvieron una mejoría notable en sus test de memoria y en el tiempo de respuesta. Este resultado se lo deben a que en esta posición llega más sangre al cerebro que cuando están sentados en los pupitres.
Con personas adultas también comprobar que mantener una postura erguida mejora el estado de alerta ya que el estar de pie, crea un cortocircuito en la serenidad cerebral, ya que estando de pie el cerebro tiene que estar constantemente recalculando la posición de los miembros para mantener el equilibrio.
También está comprobado que estar mucho tiempo erguidos tiene efectos negativos para la salud como el cansancio, y problemas de retorno venoso en los miembros inferiores. Es difícil poder llegar a un acuerdo sobre cuántas horas es recomendable estar de pie para lograr ver los beneficios en la jornada laboral.
El preparador físico y especialista en movilidad, Fuerza, Prevención y Rendimiento Ignacio Vázquez afirma: es difícil dar una sola respuesta que se adapte a todas las personas. Tan malo es pasar todo el tiempo sentado, como de pie. La población con obesidad, sobrepeso, mala circulación o lesiones previas de rodillas, caderas, tobillos, espalda… Se debe tener precaución a la hora de pasar mucho tiempo de pie. De lo contrario, los posibles beneficios se diluyen”
Incorporar unos minutos de pie durante la jornada nos hará más eficientes, no se trata de estar todo el día dando vueltas por la oficina, pero Vázquez explica: “Por ejemplo, levantarse 10 minutos cada hora, incluso, hacer 30 minutos de pie y otros 30, sentado”, explica. Para aquellos que están más en forma sugiere hasta fragmentos de una hora de pie.
Esto nunca debe sustituir a la actividad física ya que cada día estamos volviéndonos cada vez más sedentarios y estamos en una lucha constante contra la obesidad. En una sociedad obsesionada por el peso y no tanto por la salud, podría parecer una buena receta contra la obesidad. “Podría ser un primer paso, pero para obtener verdaderos efectos beneficiosos en la salud hay que incluir actividad física de verdad, desde ligera a vigorosa. La prescripción de ejercicio debe ir mucho más allá de caminar, hay que trabajar la fuerza. Y, desde luego, no vale solo con pasar tiempo de pie”, concluyó Vázquez.