Un estudio de la Universidad de Stanford revela que la juventud se acaba a los 34 años. A esta edad, se producen cambios drásticos en los niveles de proteínas en el plasma, marcando el inicio del envejecimiento.
Y aunque somos conscientes del paso del tiempo y de sus efectos en nuestros cuerpos, la publicidad explota esta preocupación, y los productos antiedad llenan los estantes de los supermercados. Según la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética de España (Stanpa), cada persona utiliza entre 7 y 9 cremas antiedad diarias.
Investigación de Stanford: La juventud se acaba a los 34 años
La Universidad de Stanford decidió investigar cuándo comienza realmente la vejez. En 2019, los investigadores analizaron a 4.331 personas de entre 18 y 95 años. Estudiaron cómo se comportaba el plasma, la parte líquida de la sangre, para identificar cambios en los niveles de proteínas.
El estudio demostró que, aunque no se tengan arrugas o canas, a los 34 años ya se entra en una etapa de envejecimiento. Los niveles de proteínas en la sangre cambian notablemente, lo que indica que el cuerpo comienza a experimentar transformaciones, incluso si no son visibles de inmediato.
Tres etapas críticas del envejecimiento
Los investigadores descubrieron que el envejecimiento no es un proceso continuo. Identificaron tres momentos clave en los que el cuerpo experimenta cambios bruscos: a los 34 años (inicio de la vejez), a los 60 años (mediana vejez) y a los 78 años (vejez avanzada).
El estudio también reveló que las señales de envejecimiento se presentan de manera diferente en hombres y mujeres. Los hombres experimentan cambios más visibles en los niveles de proteínas que las mujeres.
Los investigadores concluyeron que la sangre es un factor crucial para entender el proceso de envejecimiento. Este tejido ofrece información valiosa que aclara cómo y cuándo nuestro cuerpo empieza a envejecer.