El Ministerio de Salud de España confirmó este jueves las dos primeras muertes por hepatitis infantil de origen desconocido. Se trata de un niño de seis años, originario de Murcia, y uno de 15 meses, de Andalucía.
El organismo señaló que en ambos casos los pequeños no pudieron resistir el trasplante de hígado y murieron un día después de que se realizará la intervención. El mayor de los fallecidos comenzó con los síntomas el 2 de julio y el 18 de ese mes debió ser trasladado a un hospital de Madrid, donde se le diagnosticó un edema cerebral.
El niño de un año presentó gastroenteritis aguda, con presencia de adenovirus en situación crítica, evidenciado en encefalopatía y coagulopatía grave. Estuvo hospitalizado desde finales del mes de junio.
Preocupación
Hasta el momento se han registrado en el mundo al menos 1093 casos de hepatitis infantil cuyo origen se desconoce, lo que preocupa a la Organización Mundial de la Salud, cuyos representantes señalaron que es Europa el continente más afectado con 506 positivos.
El continente americano es el segundo en cantidad de casos con 487 diagnósticos, mientras que el Pacífico Occidental tiene 77 y el Sudeste asiático 23; casi todos en personas de 0 a 16 años.
Generalmente, la inflamación del hígado se da por diferentes motivos, ya sea células inmunitarias en el cuerpo que atacan el órgano, infecciones por virus (como las hepatitis A, B o C), bacterias o parásitos, daño hepático por alcohol o tóxicos (venenos), medicamentos e hígado graso. El problema en los casos detectados es que se desconoce la causa porque no se detectan los virus comunes que usualmente la provocan.
Hipótesis médicas sugieren que se podría tratar de un efecto de la vacuna contra la Covid-19, ya que varios pacientes habían presentado el SARS-CoV-2 en frotis faríngeo, además de adenovirus, sin embargo un estudio de la universidad de Glasgow en Escocia, y el University College de Londres plantea que un posible origen sería la exposición de los menores a dos virus comunes que regresaron después de la pandemia.
Síntomas
Los síntomas de la hepatitis infantil son diversos, y van desde malestar (presente en más de la mitad de los casos), seguido de dolor abdominal e ictericia (color amarillento de la piel), y los menos comunes: diarrea y fiebre.
Aunque no se conoce precisamente el origen, los médicos recomiendan seguir el mismo protocolo de cuidado utilizado para prevenir la hepatitis en los niños: cumplir con el esquema de vacunación para la enfermedad, lavarse las manos regularmente, especialmente después de ir al baño o cambiarle el pañal a los bebés, y sobre todo acudir de inmediato al médico si se presentan síntomas.
