Una nueva variante de Covid-19 fue descubierta por la comunidad científica en España, quienes han manifestado su alarma debido a su rápida propagación.
Este hallazgo se da después de que la mayoría de los países del mundo, han adoptado medidas más flexibles frente al virus, como la eliminación de la norma sobre el uso de las mascarillas en espacios abiertos.
La nueva cepa, identificada como BQ.1, es descendiente de la BQ.1.1, ambas con pequeñas variaciones de la BA.5, una de las cepas de Ómicron.
Esta es la variante que más casos de la Covid-19 registró España desde finales de 2021, las últimas cifras publicadas por el Ministerio de Sanidad, con fecha del 14 de octubre, indican que los casos aumentaron a 159 por cada 100.000 habitantes, en pacientes mayores de 60 años.
Sin embargo, la variante y subvariante solo se han detectado en aguas fecales en Cataluña, y hasta la fecha no se conoce ningún caso de infección en personas, según ha informado la secretaría de Salud Pública de la Generalitat, Carmen Cabeza.
A pesar de esto, las autoridades sanitarias mantienen un monitoreo constante para evitar una posible propagación que ya está predominante en Reino Unido, y algunas ciudades de Estados Unidos.
El virólogo del Imperial College de Londres, Tom Peacock, alertó en su cuenta Twitter de un "crecimiento muy rápido" de BQ.1.1.
Peacock indicó que la subvariante BQ.1.1 ha ganado mutaciones adicionales a la cepa BA.5 por lo cual tiene un crecimiento rápido.
Por este motivo, los expertos auguran que puede ser más transmisible, aunque esto no quiere decir que sus síntomas sean más graves.
Concretamente, BQ.1 y sus subvariantes podrían provocar en personas vacunadas o no, los siguientes síntomas: dolor de garganta, tos, malestar general, diarrea, secreción nasal, entre otras patologías, sin embargo, a diferencia de otras cepas de coronavirus, BQ.1.1 no conlleva la pérdida de gusto ni de olfato.
