Alfred W. Ruf, de 71 años, fue sentenciado a cuatro años de prisión tras confesar haber envenenado a su esposa con la intención de matarla. Su plan incluía huir con su hijastra, con quien mantenía una relación amorosa, según documentos judiciales.
Confesión y sentencia
Ruf se declaró culpable de agresión agravada con peligro de muerte. Como parte de un acuerdo de culpabilidad, el cargo de conspiración para cometer asesinato fue desestimado, lo que le permitió evitar una pena mayor. Tras la confesión, el juez le impuso una condena de cuatro años de prisión, seguidos de cinco años en libertad condicional.
El caso salió a la luz en 2022 cuando Lisa Bishop, esposa de Ruf, reportó a la policía que sospechaba que su esposo intentaba envenenarla. Bishop, de 51 años, había sido hospitalizada varias veces en un corto período de tiempo y comenzó a notar que algo no andaba bien. La situación levantó sus sospechas cuando descubrió un polvo blanco en una lata de Coca-Cola que había estado bebiendo.
Sustancias encontradas en el organismo de la víctima
Las pruebas médicas realizadas a Bishop revelaron la presencia de cocaína, MDMA (conocida como éxtasis) y benzodiacepinas, una clase de fármacos depresores del sistema nervioso central. Bishop negó haber consumido drogas voluntariamente. Las pruebas forenses confirmaron que las sustancias estaban presentes en el polvo blanco hallado en su bebida.
Según la declaración jurada, Bishop entregó a los oficiales el frasco de pastillas y la lata de Coca-Cola donde se encontraba el polvo. La investigación reveló que Ruf había estado introduciendo drogas en las bebidas de su esposa sin que ella lo supiera. Este macabro plan fue ejecutado en repetidas ocasiones entre septiembre y diciembre de 2021.
Plan para asesinar a la esposa y huir con su hijastra
Durante la investigación, Ruf confesó a las autoridades que la hija de Bishop, fruto de una relación anterior, había sido cómplice en el intento de asesinato. La hijastra, junto con una amiga, supuestamente le proporcionaban a Ruf una sustancia en polvo que debía poner en las bebidas de Bishop para adormecerla. Ruf admitió haber drogado a su esposa en al menos doce ocasiones, lo que provocó que Bishop fuera hospitalizada en seis ocasiones debido a las reacciones causadas por las drogas.
Ruf también confesó que mantenía una relación sexual con la hija de Bishop y con la amiga de esta, y que el plan era asesinar a Lisa Bishop para «sacarla de circulación», como lo mencionó la hijastra. Además, se mencionó que existía una póliza de seguro de vida que podría haber sido otro de los motivos para llevar a cabo el crimen.
Investigación en curso
A pesar de la gravedad de las acusaciones, hasta el momento no se han presentado cargos formales contra la hija de Bishop ni contra su amiga, quienes supuestamente participaron en el complot.
La falta de cargos ha generado gran controversia entre la opinión pública, ya que muchos consideran que ambas deberían ser investigadas a fondo por su implicación en el intento de asesinato.
El caso ha puesto en evidencia la compleja y destructiva relación entre Ruf y Bishop. El abogado de Ruf describió su matrimonio como «mutuamente destructivo», y aunque no excusó las acciones de su cliente, señaló que ambos tenían un historial de violencia doméstica que había pasado desapercibido por las autoridades.
Con información de Telediario y Telemundo
