La competencia Indigo Invitational premia los jeans más desgastados y sin lavar (bajo ciertas reglas durante un año entero) aunque esa moda ya trascendió el mero concurso y ahora cada vez es más común.
Para conseguir los mejores vaqueros del mundo en este peculiar concurso hay una estrategia fundamental: El «denim low-wash».
Entre los competidores -más de 9 de cada 10 personas- retrasan el primer lavado de sus pantalones: los usan sin lavar unas 150 o 200 veces.
«Como la mezclilla se vuelve más suave con el agua y el jabón, una de las claves para lograr patrones de alto contraste es no lavar los pantalones», explicó la BBC.
Para muchos, los jeans adquieren personalidad al desgastarse.
Los mejores de la comunidad se llevan elogios: «¡El parche en la entrepierna es increíble!», o «Tonos sutiles y uniformes… un equilibrio casi perfecto de patrones de desgaste con espectaculares tonos azules».
Otros, aprenden formas distintas de cuidar sus prendas para evitar lavarlas; por ejemplo, las exponen a los rayos ultravioleta. «Yo lo llamo el baño de sol, afirma Szabo, el ganador de este año.
En 2019 la diseñadora Stella McCartney generó titulares al detallar sus hábitos «low wash» de las prendas y confesó a The Guardian: «En la vida, la regla general es que si no tienes que limpiar absolutamente nada, no limpies».
«No me cambiaría el sostén todos los días y no echo las cosas en la lavadora solo porque las haya usado. Soy muy higiénica, pero no soy fanática de la limpieza en seco ni de ninguna limpieza en realidad».
Cien días de uso sin lavar
Otros repiensan sus hábitos de lavado por consideración con el medio ambiente o por el aumento de la factura de electricidad.
Mac Bishop, fundador de la empresa textil Wool & Prince, explicó que cambió su punto de vista por «la comodidad y el minimalismo» -argumento que les encanta a quienes detestan lavar la ropa- cuando comenzó a promocionar su marca femenina Wool&.
También hay usuarias que adhieren a esta tendencia. La marca Wool& comercializa vestidos de lana merino con la promoción del «desafío» de llevar el mismo a diario durante 100 días. ¿Cómo lo hacen? La estadounidense Chelsea Harry, explicó que usa trucos para evitar un lavado completo, como airear la prenda durante la noche o rociar vinagre o vodka en la parte de las axilas.
«Me encanta, al final del día, colgar mi vestido de lana, mis calzas de lana, mis calcetines de lana», confiesa. «Los cuelgo junto a la ventana, me ducho, guardo mi ropa interior y por la mañana me lo vuelvo a poner todo».
