El antropólogo, psicólogo y biólogo evolucionista inglés, Robin Dunbar, dijo que tener amigos, y de calidad, asegura una vida más saludable.
Dunbar se especializó en el comportamiento de primates pero por falta de recursos monetarios, tuvo que virar al investigación hacia el comportamiento humano.
Sin embargo, el especialista encontró similitudes entre ambas conductas: «no somos muy distintos de ellos», agregó.
Las investigaciones están contenidas en su último libro, Amigos, en el que demuestra los estudios hechos desde la psicología, la antropología y la neurociencia sobre algo tan cotidiano, como la amistad.
¿Qué pasa cuando tenemos amigos?
La amistad invoca la risa, los cuentos, el canto y hasta el baile, que producen poderosas endórfinas que se activan en el cerebro.
Una endorfina es un tipo de neurotransmisor que suprimen el dolor de bajo nivel y el estrés que sienten los músculos
Además, los amigos aligeran al carga, mejoran el humor, hacen más felices la gente y mejora la interrelación con el entorno.
Aunado a eso, las endorfinas activan el sistema inmunológico y, particularmente, esto es parte del sistema de glóbulos blancos que hace que el cuerpo se deshaga de virus y bacterias
Por esta razón, tener amigos puede ser el mejor medicamento antidepresivo, y lo mejor: es gratis.
Uno de los ejemplos que ilustran las teorías de Dunbar están en el deporte, en el famoso baile maorí que hace el equipo de fútbol americano All Blacks de Nueva Zelanda.
Este baile desencadena otro baile, pero de endorfinas, que se traduce en mayor resistencia y velocidad durante los partidos.
De alguna forma, si salen lastimados, no lo sienten.
Para los más «amigueros», las investigaciones de Dunbar señalan que una persona puede tener 150 amigos, que corresponde a una medida del límite cognitivo de individuos con los cuales se puede tener una relación estable.
Sin embargo, se pueden intentar, como Roberto Carlos, tener un millón de amigos «y así más fuerte poder cantar».