El oxígeno se acabará el jueves al amanecer. Un sistema de salvamento de la Marina de Estados Unidos llegó a St. John’s, Terranova, y se unió a la búsqueda del submarino perdido, Titán, que llevó a cinco millonarios a ver los restos del Titanic. Según los cálculos de expertos, la situación es dramática: el oxígeno se acabará este jueves al amanecer.
La aventura costó para los tripulantes la suma de 220 mil dólares por persona y uno de los participantes, es Stockton Rush, presidente-fundador de OceanGate Expeditions. Es descendiente de Richard Stockton y Benjamin Rush, dos de los firmantes de la Declaración de Independencia de Estados Unidos, según publicó CBS a finales de 2022.
La gestión de Rush y la seguridad de la embarcación, hoy está fuertemente cuestionada.
Medios de prensa de EEUU han revelado que OceanGate recibió advertencias internas y externas sobre la seguridad del Titán.
En 2018, el entonces director de operaciones marítimas de la empresa, David Lochridge, presentó un informe en el que aseguróque el sumergible necesitaba más pruebas para garantizar que era capaz de bajar hasta los 4.000 metros de profundidad de manera segura para sus ocupantes.
El sumergible según expertos, se encuentra a unos 1.450 kilómetros de la costa de Cape Cod, Massachusetts, y a unos 3.800 metros bajo el agua.
El operativo de búsqueda cubre un perímetro cercano a los 1450 kilómetros, según el personal a cargo del rescate. El contralmirante John Cauger, director de la operación, señaló que se trata de «una zona remota y es un desafío llevar a cabo una búsqueda en un lugar así».
David Marquet, capitán de la Marina retirado y excapitán de submarino, dijo que imagina que los pasajeros tienen sed y hambre, pero que «probablemente no los matará». Si están vivos, dijo que es probable que estén muy incómodos.
«Están helados de frío. El agua que rodea por completo el barco está a punto de congelarse o ligeramente por debajo. Cuando exhalan, su aliento se condensa. Hay escarcha en el interior de las partes del submarino. Están todos acurrucados intentando conservar su calor corporal. Les falta oxígeno y exhalan dióxido de carbono».
El excapitán dijo a CNN que el submarino tiene una «capacidad limitada» para absorber el dióxido de carbono exhalado, que en niveles altos podría desencadenar dolores de cabeza, confusión y náuseas.
Los otros cuatro tripulantes que están a bordo, junto a Stockton Rush, son el presidente de la Compañía de jets privados Action Aviation, Hamish Harding; el reconocido empresario paquistaní, Shahzada Dawood y su hijo; el buzo y experto en Titanic, Paul-Henry Nargeolet.
El submarino, al que buscan contrarreloj, forma parte de un esfuerzo relativamente nuevo que permite a turistas y otros clientes de pago explorar las profundidades del océano, cuya inmensa mayoría nunca ha sido vista por ojos humanos.