Al menos cinco escuelas de secundaria abrieron en la provincia de Paktya, Afganistán, una en el distrito de Samkani y cuatro en la capital regional Gardez, bajo la iniciativa de los profesores y las familias de las estudiantes.
“Se trata de una decisión de la gente y los maestros, que invitaron a las estudiantes de secundaria para la reapertura de las escuelas”, aseguró el director de Información y Cultura de Paktya, Khaliqyar Ahmadzai quien subrayó que ni la dirección de Educación, ni el gobierno estuvo involucrado en la reapertura.
Paktya se une así a la provincia norteña de Balkh, donde autoridades indicaron que desde la caída del anterior Gobierno, nunca cerraron las escuelas de secundaria femeninas.
Las redes sociales celebraron la noticia y activistas y alumnas, entre otros, llamaron a que más provincias del país den el paso al frente y abran los colegios sin esperar a obtener el visto bueno de los talibanes.
El ex gobernador de la provincia oriental de Nangarhar, Amarkhil espera que las jóvenes vuelvan pronto a “disfrutar de sus derechos básicos”, cercenados desde la llegada de los talibanes al poder el 15 de agosto de 2021.
Los medios occidentales destacaron que las autoridades talibanes miran hacia otro lado después que, hace casi un año, prohibieran su reapertura bajo el pretexto de que debían implementar un sistema de acuerdo a la ley islámica.
Analistas explican que la situación en las regiones donde abrieron las escuelas responde a las diferencias étnicas locales: mientras el sur y el este se encuentran dominados por la pastún, la propia de los talibanes, el norte tiene una fuerte presencia de tayikos, turcomanos y uzbecos, con una mentalidad hacia la mujer más abierta y tolerante.
