La investigación publicada por el Centro para el Control de Enfermedades de EEUU encontró que la mayoría de los hombres bajitos se sienten menos masculinos y por tal razón tienen tres veces más probabilidades de cometer agresiones violentas con un arma o agresiones que provocan una lesión.
«La estatura de una persona baja puede aumentar los sentimientos de vulnerabilidad y generar sentimientos de paranoia, sobre todo para quienes sufren el síndrome del hombre bajo», publicó CBS Filadelfia.
Los investigadores afirman que los hombres bajos tienen más probabilidades de estar más enojados y violentos que las personas altas. Los análisis negativos apuntaron que uno de los efectos interactivos que les importaban era una falta de aceptación en el rol de género.
Según los prejuicios de la sociedad, uno de los medios para demostrar la masculinidad de un hombre es la altura, por eso cuando los hombres tienen la sensación de no estar a la altura de dichas normas y estereotipos, sienten frustración y con eso, la necesidad o respuesta de agresión.
De hecho, al Síndrome del Hombre Bajo se le conoce también como Complejo de Napoleón y confirma el impacto psicológico en los hombres, si su talla es baja en comparación con los parámetros de belleza.