Un estudio del sueño afirma que dormir bien es fundamental para vivir bien. El Dr. Merrill Mitler, neurocientífico y experto en el tema afirma que al dormir «se consigue un equilibrio energético y molecular, así como mantener la función intelectual, el estado de alerta y el humor».
Además, diferentes investigaciones han demostrado que la falta de sueño aumenta el riesgo de padecer obesidad, enfermedades del corazón e infecciones.
Cuando dormimos el cuerpo libera hormonas que ayudan a reparar las células y a controlar el uso de la energía que hace el cuerpo, algo que no sólo nos afecta a nivel interno sino que también impacta el peso corporal.
Las investigaciones han demostrado que, además, daña el cerebro. Es más, la falta de sueño durante períodos prolongados puede incluso aumentar el riesgo de padecer Alzheimer y otras enfermedades neurológicas.
El estudio publicado en el Journal of Proteome Research de ACS, un equipo que trabaja con ratones ha identificado una proteína protectora cuyo nivel disminuye con la falta de sueño, lo que provoca la muerte neuronal.
Por esto expertos alertan que la falta de sueño provoca daños neurológicos en el hipocampo, una parte del cerebro implicada en el aprendizaje y la memoria.
El proceso
Los investigadores evaluaron qué tan bien los ratones recorrieron un laberinto simple y aprendieron a reconocer nuevos objetos después de haber estado privados de sueño durante dos días.
Luego extrajeron las proteínas del hipocampo de los animales e identificaron aquellas cuya abundancia cambió. Luego, para reducir aún más las posibilidades, observaron datos que vinculaban estas proteínas con el rendimiento en laberintos en cepas relacionadas de ratones que no habían experimentado privación de sueño.
El enfoque llevó a los investigadores a la pleiotrofina (PTN), que disminuyó en los ratones privados de sueño. Mediante un análisis de ARN, el equipo identificó la vía molecular por la cual una pérdida de PTN provoca la muerte de las células del hipocampo. Al observar estudios genéticos en humanos, descubrieron que la PTN está implicada en el Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas.
Esta investigación ha descubierto un nuevo mecanismo por el cual el sueño protege la función cerebral. Los investigadores también señalan que los niveles de PTN podrían servir como indicador del deterioro cognitivo resultante del insomnio.