Un nuevo estudió demostró que la rabia, a diferencia de lo que muchos pensaban, puede ser vital para ayudar a las personas a superar los retos o desafíos que obstaculicen el camino hacia sus metas.
Esta semana se publicó la investigación en el Journal of Personality and Social Psychology, y reveló que las personas que completaron una variedad de tareas desafiantes en estado de ira, obtuvieron mejores resultados que los que sintieron otras emociones.
La profesora de ciencias psicológicas y cerebrales de la Universidad de Texas A&M y autora principal de la investigación, Heather Lench, señaló que los resultados de la investigación sugieren que las personas podrían utilizar la ira como un factor motivador.
«Descubrimos que la ira conducía a mejores resultados en situaciones que eran desafiantes e implicaban obstáculos para alcanzar las metas», dijo Lench.
Sin embargo, este sentimiento no mejoró el desempeño de las personas cuando se trataba de tareas más fáciles.
El estudio consistió en seis experimientos, para probar si la ira ayudaba a las personas a lograr tareas específicas. El resultado más interesante provino del primer experimiento que midió la cantidad de rompecabezas de palabras que los participantes podían resolver en diferentes estados de emoción.
En los ensayos participaron 233 estudiantes de la Universidad de Texas A&M a los que se les asignó aleatoriamente una emoción, entre ira, deseo, tristeza, diversión o un estado neutral.
Para activar la emoción en los estudiantes, se les mostró una serie de imágenes durante cinco segundos cada una, y a los que les tocó ira, le mostraron imágenes de insultos sobre el equipo de fútbol de la escuela.
Luego, tuvieron 20 minutos para descifrar tantas palabras como fuera posible de cuatro conjuntos de siete anagramas.
Los resultados arrojaron que los iracundos, resolvieron más acertijos que los que sintieron otra emoción. De hecho, completaron 39% más de acertijos que los estudiantes neutrales.
Además, los enojados tuvieron más tiempo, tenían más persistencia al pasar más tiempo resolviendo los acertijos. «Cuando la gente estaba enojada y persistía, era más probable que tuviera éxito», señaló Lench.
«Pero en todos los demás estados emocionales, cuando persistían, era más probable que fracasaran. Por lo tanto, parece sugerir que las personas eran más persistentes cuando estaban enojadas» acotó la investigadora.
Aunado a eso, otro de los experimentos demostraron que la ira podía motivar a estudiantes a firmar una petición, ayudarlos a obtener puntuaciones altas en un videojuego o incitar la trampa en acertijos de lógica.
En sintesis, en todas las situaciones que representaran un desafío, los participantes en el estado de ira, tenían más probabilidades de alcanzar sus objetivo.
Sin embargo, según los investigadores, no todas las formas de ira son buenas. La ira intensa, por ejemplo, se asocia con respuestas físicas como palmas sudorosas o dificultad para respirar y frecuencia cardíaca rápida.
Un estudio desarrollado por el European Heart Journal, señaló que la ira puede contribuir al desarrollo de ciertas enfermedades cardiovasculaes, como la insuficiencia cardíaca en hombres y personas diabéticas.
«La ira puede ser motivadora. Pero eso no significa que dejemos de pensar», puntualizó Lench.
La sugerencia es aceptar la ira como una emoción potencialmente útil, en lugar de tratar de evitarla, sin embargo, comunicar el enojo en situaciones sociales, podría alentar a otros a escuchar su perspectiva y aumentar las posibilidades de llegar a una resolución.