El Banco Central Europeo (BCE) pronostica un gran impacto macroeconómico si se prolonga la invasión rusa a Ucrania y si Moscú decide cortar, por completo, el suministro de gas a Europa Central y Occidental el venidero otoño.
Según el escenario macroeconómico de riesgo presentado por la institución con sede en Frankfurt, el barril de petróleo pudiera escalar entre 170 y 180 dólares,casi el doble del precio actual), mientras que el precio del gas se triplicaría y los alimentos continuarían su tendencia alcista.
Oscar Arce, director de Economía del BCE, expresó que las proyecciones de la institución dan cuenta de un recorte del crecimiento de las economías europeas, que entrarían en recesión para 2023, con una caída estimada de 1,7% que afectaría de manera muy especial a Alemania. La inflación se mantendría en los históricos niveles actuales hasta 2024, es decir, por tres años más.
El escenario que plantea el Banco Central Europeo es de un crecimiento económico de 2,8% en el conjunto de la región para este año 2022 y una inflación media de 6,8%, según informó Arce al intervenir en los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, en Madrid.
De acuerdo con el pronóstico, todos los indicadores adelantados que maneja el BCE apuntan a un empeoramiento del crecimiento económico y a unas mayores tensiones inflacionarias respecto a ese escenario central, cuya revisión a peor ha considerado más que probable a corto plazo.
El Banco Central modificó sus expectativas sobre la inflación por el conflicto en Ucrania, que mueve los indicadores macroeconómicos. La institución, con sede en Frankfurt, maneja 2% de la tasa de inflación para este año pero considera que se moverá al alza por la situación internacional.
Para el director de Economía del BCE, lo "preocupante" es que ese ajuste se va a producir principalmente porque los precios energéticos en algún momento encontrarán su techo pues los componentes más estables de la cesta de precios van a presentar durante los próximos dos o tres años un nivel de encarecimiento sin precedentes, desde que se hace el seguimiento de la inflación.
En tal sentido, vaticinó que ese nivel de inflación puede estabilizarse en 2024 “si no hay nuevos shocks” que afecten la economía.
Por otra parte, Arce consideró que la tarea del Banco Central Europeo con la política monetaria será "entre difícil y muy difícil". De hecho, el organismo suspendió este viernes el histórico programa de compras de títulos de deuda soberana que ha conseguido estabilizar las primas de riesgo de los países periféricos, entre los que se encuentra España, durante los últimos años.
El español expresó que la tarea fundamental del BCE es garantizar la estabilidad del euro ante las diferentes situaciones que pudieran afectarlo.
"Nuestro instrumento tiene que ser efectivo y preservará los incentivos a los países miembros para que lleven a cabo políticas favorecedoras de la estabilidad presupuestaria", manifestó.
El directivo también advirtió que la política monetaria no puede ser el único instrumento para luchar contra la crisis y que los países deberán hacer uso de sus políticas fiscales para resolver sus problemas.
