El exministro de Gobierno de la administración de facto de Jeanine Áñez en Bolivia, Arturo Murillo, fue sentenciado en los Estados Unidos ante un Juez de Miami Florida, a 70 meses de prisión, que se traducen a más de 5 años de condena.
Murillo será procesado bajo los cargos de "conspiración para sobornos y lavado de activos". La sentencia judicial señala que el ex funcionario recibió altas sumas de dinero a cambio de ayudar de manera corrupta a una empresa estadounidense a obtener un contrato lucrativo con el Gobierno boliviano.
El procurador general de Bolivia, Wilfredo Chávez Serrano, informó que la sentencia pone fin al proceso penal que se ha seguido en EE.UU. y que ahora Murillo debe cumplir la pena en la prisión federal de Florida.
Asimismo, detalló que la sentencia es inapelable y que el gobierno boliviano ya inició el proceso de extradición a través de la Cancillería, y también se le exigirá a Murillo que devuelva los 532.000 dólares que recibió mediante actos irregulares para la compra de gases lacrimógenos.
El exministro fue detenido en mayo de 2021 junto con otro ciudadano boliviano y tres estadounidenses involucrados en este caso.
Las transacciones de dinero en el sistema financiero estadounidense se realizaron para favorecer a la empresa intermediaria en la compra de armamento no letal entre 2019 y 2020, con un sobreprecio de aproximadamente 2,3 millones de dólares.
Murillo se declaró culpable en octubre de 2022 y sólo esperaba sentencia, sus cómplices, Sergio Rodrigo Méndez, Luis Berkman, Bryan Berkman y Philip Lichtenfeld, ya fueron condenados en junio de ese año.
La pena dictada a Murillo es la más alta que se ha dado en este caso por ser el cabecilla de la banda.