Al menos 41 personas fallecieron y 28 resultaron heridas el pasado viernes, tras la explosión en una mina de carbón en Amasra, en la provincia turca de Bartin, al noroeste de Turquía.
El ministro del Interior, Süleyman Soylu, señaló que 58 de las 110 personas que trabajaban en la infraestructura cuando se produjo la explosión fueron rescatadas por los equipos o salieron por su cuenta.
Sin embargo, 11 mineros se encuentran aún hospitalizados, cinco de ellos en estado grave, en centros de Bartin y Estambul, mientras que al menos un trabajador sigue desaparecido, "Las tareas de búsqueda y rescate siguen hasta que se haya aclarado su situación", subrayó el ministro turco.
En este sentido, Mustafa Turan, jefe de la unidad de quemados del hospital Çam Sakura Hospital de Estambul, señaló que hasta los momentos han recibido vía aérea seis heridos, uno de ellos tuvo que ser operado de urgencia.
"Cinco hombres se encuentran en la unidad de quemados y su estado es grave", informó el médico.
El mandatario, Recep Tayyip Erdogan viajó al lugar del accidente y prometió una investigación a fondo: "Nuestras instancias judiciales investigarán todos los aspectos de este terrible accidente que nos ha devastado. Ninguna negligencia dejará de tener consecuencias", aseguró.
Erdogan dijo que el estado brindará asistencia y protección a todas las familias de las víctimas.
¿Qué sucedió en Amasra?
Un total de 110 mineros se encontraban en la mina a 300 metros de profundidad al momento de la explosión, por razones aún desconocidas.
La Fiscalía anunció que ha designado a tres fiscales para investigar la causa del siniestro.
Por su parte, el ministro de Energía, Fatih Dönmez, estimó que se acercaba el final de las operaciones de rescate: "Las tareas de búsqueda siguen en curso, para encontrar a una persona en paradero desconocido", precisó.
Según Dönmez, el fuego en las galerías declaradas tras la explosión "está ahora bajo control, en gran medida".
La mina siniestrada pertenece a la empresa estatal Turkish Hard Coal Enterprises.
