Las huelgas en algunas refinerías francesas se hacen sentir. Las gasolineras han tenido que cerrar por falta de combustible y en otras, que aún tienen el preciado producto, se multiplican cada día las colas de vehículos para surtir sus vehículos.
El desabastecimiento de combustible se debe a la huelga en las refinerías de Total Energies, el principal grupo energético de Francia, cuyos trabajadores se encuentran en paro desde el pasado martes, exigiendo aumentos salariales para afrontar la inflación.
Los miembros del sindicato CGT de Total Energies ha interrumpido las operaciones en dos refinerías y dos instalaciones de almacenamiento. Dos refinerías de Exxon Mobil han tenido problemas similares desde el 20 de septiembre.
El portavoz del Gobierno, Oliver Véran, ha intentado calmar las aguas este viernes con unas declaraciones en las que ha explicado que la tensión durará "unos días" y negó que esto traiga como consecuencia una escasez generalizada.
Véran también indicó que sólo 15% de las gasolineras del país han colocado el cartel de ‘’cerrado’’ en sus puertas, aunque esta precaria situación se acentúa en algunas regiones tales como París.
El Gobierno francés anunció a inicios de semana que el país tuvo que recurrir a sus reservas estratégicas de combustible para abastecer las estaciones de servicio que se han quedado sin combustible.
El portavoz de la industria petrolera francesa, Oliver Gantois, aseguró que ‘’no hay penuria’’, de gasolina o diesel sino que hay ‘’tensiones en la distribución’’, tanto por la huelga como por el descuento de 20 céntimos por litro que Total Energies ofrece a los ciudadanos, descuento aplicado al ya decretado por el Ejecutivo, de 30 céntimos por litro.
Eso ha provocado que en los últimos días se multiplicara el número de vehículos que acuden a las gasolineras del país.
Las autoridades han solicitado a todos los ciudadanos que las gasolineras dieran prioridad por la noche a los trabajadores de las emergencias sanitarias.
