La Reserva Federal de EEUU (FED) subió los tipos de interés en 25 puntos básicos y anunció «algún endurecimiento adicional» en plena incertidumbre ante el shock de la reciente mini crisis bancaria.
El contexto actual fue lo que obligó a la Fed a replantear su estrategia y combinar los aumentos para contener la subida generalizada de precios con “mano izquierda”.
Hay que recordar que, hasta ahora, la Fed decía que harían falta «subidas constantes» para alcanzar el nivel restrictivo necesario para frenar la inflación. Sin embargo, esta vez indicó que el techo está cerca, y que es posible que sólo haya una o dos subidas más antes de terminar el ciclo.
También, antes de que estallaran las caídas del Silicon Valley Bank, el Signature Bank y Credit Suisse, los mercados daban por hecho que la desbordada inflación obligaría a pisar el acelerador con una subida de 50 puntos básicos en esta reunión. Pero eso no ocurrió.
“Los últimos datos del IPC de EEUU mostraron que vencer a la inflación y retomar la senda del 2% iba a ser una misión mucho más difícil de lo planteado en primera instancia”, publicó la agencia Bloomberg.
El presidente de la FED, Jerome Powell, explicó que consideraron la posibilidad de congelar las subidas de tipos a la espera de entender mejor los efectos de la reciente crisis bancaria, pero el Comité de Mercados Abiertos «lo rechazó por unanimidad».
Apuntó a que habría más datos cuando se publiquen las actas de la reunión el próximo mes.
¿Crisis focalizada o crisis general?
La nueva situación ya tiene un gran impacto en el balance de la Fed por el éxodo masivo de los depósitos de los bancos locales ante el temor generalizado a quiebras. La Reserva Federal tuvo que dar un paso adelante y liderar la mayor inyección de liquidez de la historia con 165.000 millones de dólares en préstamos (frente a los 11.000 millones que tuvo que a poner a disposición de la banca durante la crisis de Lehman Brothers).
Debido a este movimiento, en total, el balance de la Fed ya se ha disparado en 300.000 millones cuando llevaba sesión tras sesión de recortes.
Sin embargo, Powell subrayó que todos los depósitos bancarios «están asegurados» y que el sistema tiene «capital y liquidez» suficiente.
A eso ha añadido que están dispuestos a suministrar toda la liquidez que haga falta durante este año para evitar más problemas, y que, a continuación, investigarán qué ha pasado para evitar que se repita.
Lo que no es una muy buena noticia es que, aunque los indicadores económicos están más fuertes de lo previsto, los eventos en el mercado bancario pueden resultar en un «endurecimiento de la política de crédito para familias y hogares» por parte de las entidades, sin necesidad de más intervención de la Fed.